La grave sequía que afecta a la ciudad de Casablanca desde hace varias semanas ha provocado una escasez de agua y un virtual secado de la presa de Al Massira. Ante la situación, las autoridades de la ciudad han vuelto a imponer restricciones al agua en los hammams y en las estaciones de lavado de coches.
La medida entró en vigor este lunes 12 de agosto. Estos establecimientos ahora permanecerán cerrados tres días a la semana, lunes, martes y miércoles. Así, varias estaciones de lavado, incluidas las que utilizan agua de pozo, así como los hammams, no abrieron sus puertas el lunes.
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La situación del agua en Casablanca es «crítica y preocupante», declaró el miércoles la alcaldesa Nabila Rmili, durante una sesión extraordinaria del ayuntamiento, destacando que la interconexión realizada con la cuenca hidráulica de Bouregreg no permitió cubrir las necesidades de agua potable de la ciudad. .
El concejal había anunciado su decisión de reducir en un 10% el caudal de agua en la red de distribución de agua potable de la ciudad y suministrarle agua desalinizada desde la estación Jorf Lasfar a través de nuevas tuberías, a la espera de la puesta en funcionamiento de la estación desaladora.