En total, 740 niños fueron elegidos para beneficiarse de este programa gratuito, procedentes de 17 países, entre ellos Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Italia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Palestina, Senegal, Gabón, Túnez. Los tres grupos (245, 240, 255) dispondrán de dos semanas durante las que se ofrecerán 16 actividades, como artes plásticas, videojuegos, primeros auxilios o alfarería.
En el taller musical, los monitores introducen a los niños en los instrumentos marroquíes como el bendir o la taarija, así como en los ritmos y melodías del país.
El baile también es una de las atracciones estrella que tiene mucho éxito. Samir, de 13 años y residente en Gabón, le dijo a Yabiladi: “La actividad que me permitió conocer mejor Marruecos es el baile. Aprendimos nuevos bailes tradicionales como abidat rma y reggada. Ismail, de 12 años, de Alemania, es de la misma opinión: “El baile que más me gustó en relación a Marruecos es la reggada”.
Un espacio donde florece la creatividad
Los niños están ansiosos por poner en práctica su creatividad. Al crear sus propios personajes, el taller de “creación de muñecos” es un espacio donde florece su creatividad. Esponjas, papel, cartón o incluso calcetines, todo sirve para crear marionetas.
Además, también está previsto el aprendizaje de la lengua árabe y la caligrafía para todas las edades. Estas lecciones de idioma básico resultaron interesantes para los niños, permitiéndoles fortalecer vínculos con la cultura de su país de origen. Abdellah, de 11 años, residente en Francia, compartió su experiencia en el centro. “Francamente, no me arrepiento de haber venido aquí, es realmente interesante, sobre todo porque nuestros supervisores nos enseñan árabe”.
Una estancia tan cultural como deportiva
El centro sociocultural no sólo ofrece programas relacionados con la cultura marroquí, también incluye la importancia del ejercicio físico para los niños. Se ofrecen diversas disciplinas deportivas: piscina, baloncesto, tenis de mesa, ciclismo, fútbol, etc.
Fatiha Amellouk, directora del polo de arte, cultura y comunicación de la Fundación, declaró que “esta edición se divide en 3 períodos de 14 días, cuyo objetivo es acercar a los participantes al patrimonio inmaterial marroquí y permitirles reconectarse con su cultura original. en un ambiente lúdico, a través de talleres, salidas y visitas a los monumentos históricos de Rabat y Kenitra, veladas de baile y canto.
A través de una estancia rica en aprendizaje y entretenimiento, los niños marroquíes que viven en el extranjero conservarán el recuerdo de un Marruecos cálido y portador de una rica cultura anclada en la historia.