La bissara, también llamada “bessara”, es mucho más que una simple sopa. Un plato popular en Marruecos, esta preparación hecha con frijoles o guisantes partidos encarna simplicidad, comodidad y compartir. Apreciado especialmente durante los meses fríos, seduce por su autenticidad y sus beneficios nutricionales. Fue honrada en El periódico francés Le Progrès..
La bissara, que data de siglos atrás, está profundamente arraigada en las tradiciones culinarias rurales de Marruecos, explica el diario. Económico y fácil de preparar, ha sido durante mucho tiempo el pilar de las clases modestas, alimentando a familias enteras con ingredientes sencillos y accesibles. Símbolo de convivencia, se suele servir en familia o en pequeños puestos callejeros, acompañado de pan caliente para saborear plenamente sus sabores.
La receta varía según la región, pero los ingredientes principales se mantienen constantes:
• legumbres: frijoles o guisantes partidos, ricos en proteínas y fibra.
• Aceite de oliva: para una textura cremosa y un sabor sabroso.
• Especias: comino, pimentón, ajo, a veces condimentados con un chorrito de zumo de limón.
• sal y pimienta: para un condimento equilibrado.
Algunas versiones incluyen perejil, cilantro o un toque de chile para darle más carácter.
Además de su generoso sabor, la bissara es un verdadero activo nutricional. Rica en proteínas vegetales, es ideal para dietas vegetarianas. Su alto contenido en fibra facilita la digestión, mientras que el aceite de oliva aporta ácidos grasos esenciales.