La policía de Kenitra desmanteló una plataforma digital ilícita que facilitaba la prostitución. Esta herramienta tenía como objetivo atraer clientes publicando números, fotografías y vídeos de carácter sexual, ofreciendo servicios que oscilaban entre 250 y 400 dirhams. El caso dio un giro decisivo cuando guardias de seguridad, haciéndose pasar por clientes potenciales, siguieron un anuncio.
Una de las mujeres implicadas ofreció un precio de 400 dirhams por sus servicios y acordó un lugar de encuentro a través de WhatsApp, según informa el periódico Assabah. Posteriormente, la policía llevó a cabo una redada en el local, una residencia en el centro de Kenitra. En la entrada, los agentes encontraron a una mujer, mientras que otra estaba dentro. En los registros se incautaron preservativos usados, ropa, cosméticos, teléfonos móviles y una suma de dinero.
Las dos mujeres, identificadas como nacidas en 1991 en el distrito de Oulad Moussa de Salé y en 1989 en el distrito de Ayaida, fueron puestas bajo custodia policial. Una investigación más exhaustiva reveló un vínculo con un administrador de propiedades en Bouznika, que les alquilaba apartamentos amueblados por 500 dirhams al día.
Durante el interrogatorio, el gerente afirmó inicialmente no tener conocimiento de las actividades ilegales y añadió que las mujeres habían alquilado el apartamento con el pretexto de trabajar en la zona industrial. Sin embargo, posteriormente admitió haber celebrado con ellos un contrato de alquiler y haber recibido una parte de los ingresos, aunque negó tener conocimiento alguno del uso del lugar para la prostitución.
Las mujeres admitieron haber creado esta plataforma para atraer clientes, cobrando 400 dirhams por sesión y viajando frecuentemente entre Salé y Kénitra. Actualmente se encuentran en prisión preventiva en la prisión local de Kenitra, por preparar un lugar destinado a la prostitución y la exposición indecente.
