Ante la creciente presión sobre sus recursos hídricos, Marruecos está trabajando arduamente para desarrollar soluciones innovadoras. Ahmed El Bouari, Ministro de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural, Agua y Bosques, anunció un ambicioso programa para la construcción de estaciones desaladoras de agua de mar, respondiendo así a las directivas reales. ¿El objetivo? Producir más de 1.700 millones de metros cúbicos de agua desalinizada para 2030.
Este programa, detallado por el ministro durante la sesión de preguntas orales en la Cámara de Representantes, tiene como objetivo tanto abastecer de agua potable a las ciudades costeras como aliviar los recursos hídricos tradicionales, en particular para las necesidades de la agricultura. Varias regiones del país, especialmente afectadas por la falta de agua, se beneficiarán de estas nuevas infraestructuras.
Entre los proyectos emblemáticos, la estación de Dajla, cuyas obras ya están muy avanzadas (70%), tendrá una capacidad de 37 millones de metros cúbicos al año. Casablanca y la región Oriental tendrán cada una una estación capaz de producir 300 millones de metros cúbicos, repartidos entre agua potable y riego. Tánger y Rabat dispondrán también de estaciones propias, de 150 y 300 millones de metros cúbicos respectivamente, destinadas al suministro de agua potable.
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Otras estaciones, con una capacidad de 300 millones de metros cúbicos cada una, surgirán en Oum Errabia y Tensift para regar las tierras agrícolas de Doukkala, Abda, Haouz y Tensift. La región de Souss-Massa no se quedará fuera con una estación de 350 millones de metros cúbicos, de los cuales 250 millones están dedicados al riego. Por último, están previstas estaciones de tamaño medio en Guelmim, Boujdour, Tan-Tan y otras localidades.
Más allá de la desalinización, Marruecos también apuesta por las “autopistas del agua”, es decir, conexiones entre cuencas hidrográficas. La conexión entre las cuencas de Sebou y Bouregreg ya ha permitido transferir más de 580 millones de metros cúbicos, mientras que la conexión entre las presas de Oued El Makhazine y Dar Khrofa, en la última fase de las obras, abastecerá de agua potable a Tánger (100 millones metros cúbicos por año) y regará 21.000 hectáreas en Dar Khrofa.
Por último, el ministro anunció la próxima finalización, en un plazo de seis meses, de la conexión de la estación desaladora de Jorf Lasfar a la de Dourat, garantizando así el suministro de agua potable al sur de Casablanca.