Marruecos, cuyo rey Mohammed VI preside el Comité Al-Quds, abogó, el lunes en Nueva York, por el respeto del alto el fuego en Gaza, esperando que se inicie un verdadero proceso de paz en Oriente Medio. “El acuerdo de alto el fuego debería allanar el camino para la reconstrucción de lo que fue destruido por la guerra, así como el lanzamiento de un proceso de paz real, que permita el establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital, lado vivo al lado y en paz con Israel”, subrayó el representante permanente de Marruecos ante la ONU, el embajador Omar Hilale ante el Consejo de Seguridad.
El embajador señaló que Marruecos saluda la entrada en vigor de este acuerdo y saluda los avances realizados para detener las hostilidades y los ataques contra civiles. Durante esta reunión dedicada a la situación en Oriente Medio, incluida la cuestión palestina, Omar Hilale también indicó que el reino quiere que este acuerdo sea plenamente respetado y que permita poner fin a los ataques contra civiles, liberar a rehenes y detenidos, el regreso de las personas desplazadas y un fácil acceso a cantidades suficientes de ayuda humanitaria.
Como subrayó el rey Mohammed VI, presidente del Comité Al-Quds, en particular en su mensaje a la última Cumbre árabe, es fundamental evitar salir de una crisis para entrar en otra, añadió el embajador. Omar Hilale recordó también la posición «constante y clara» de Marruecos sobre la justicia de la causa palestina, especialmente porque constituye la piedra angular hacia la paz y la estabilidad en la región Medio Este.
Como parte de esta solución, Gaza debe ser una parte integral de los territorios palestinos independientes donde la jurisdicción legal y política recae en la Autoridad Nacional Palestina, insistió Omar Hilale.
En este sentido, señaló que las medidas unilaterales israelíes en Al-Quds alimentan las tensiones, subrayando que el Rey Mohammed VI insiste en la importancia de preservar el estatus jurídico, histórico y demográfico de la ciudad santa, encrucijada de las tres religiones monoteístas y que representa. un centro de valores de respeto mutuo y diálogo.