Glovo, que recientemente alcanzó los mil millones de pedidos en todo el mundo, está experimentando un crecimiento espectacular en Marruecos, saluda a Majdouline El Idrissi, responsable de desarrollo y asuntos públicos para África de la compañía española. El año pasado logró un volumen de negocios récord, especialmente durante la temporada de verano, cuando los pedidos aumentaron un 40% respecto a los meses anteriores (marzo-abril-mayo).
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Glovo logró esta hazaña durante el periodo estival y viajó al norte del país lo que provocó un aumento en la demanda de servicios de entrega. Las ciudades que registraron más pedidos de comida a domicilio y otras necesidades de los clientes son: M'diq (Tetuán), que encabeza la clasificación con un aumento del 715%, seguida de Nador (+157%), Oujda (+87%) y Essaouira. (+92%), especifica Glovo en un comunicado de prensa, destacando que varios de sus usuarios se trasladaron de Casablanca a Marrakech, Mohammedia y Dar Bouazza, mientras que los usuarios de Rabat se dirigió hacia Casablanca y Tánger.
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Mientras la facturación de Glovo aumenta, los repartidores viven en condiciones precarias. Se quejan de las difíciles condiciones laborales que deben afrontar a diario, a cambio de salarios que consideran irrisorios. La causa de esta situación es un vacío legal que rodea a la profesión de repartidor de comidas en Marruecos, a diferencia de otros países. Por ejemplo, en España se han modificado las leyes laborales y los repartidores de comida ahora se consideran “presuntos empleados”. Los mensajeros son, por tanto, empleados. La empresa española aún no ha extendido la medida a sus mensajeros en Marruecos.