El 80% de las actrices marroquíes encuestadas afirman haber sido víctimas o testigos de al menos un caso de violencia de género en su profesión, precisa este estudio realizado por la Asociación de Encuentros Mediterráneos de Cine y Derechos Humanos (ARMCDH). Sufren varias formas de violencia: violencia psicológica, violencia económica, violencia sexual. Cuando se trata de violencia sexual, las actrices la describieron particularmente como la principal forma de violencia. Las actrices más jóvenes suelen ser las más expuestas al chantaje sexual, las insinuaciones sexuales o los tocamientos.
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La violencia económica y física afecta a las mujeres de todas las profesiones vinculadas al sector cinematográfico en Marruecos, precisa el estudio. Por otro lado, la violencia psicológica y sexual afecta principalmente a las personas más vulnerables, como las mujeres jóvenes al inicio de su carrera profesional y los profesionales en situaciones económicamente precarias. Del análisis de los resultados de las entrevistas se desprende que la violencia psicológica fue mencionada diez veces como la principal forma de violencia prevalente en el sector cinematográfico marroquí, seguida de la violencia económica (prácticas habituales llevadas a cabo por superiores jerárquicos poco transparentes en la asignación de tareas), luego por violencia sexual.
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Las personas entrevistadas justifican la proliferación de la violencia psicológica por la dificultad de demostrar su existencia y por las razones dadas por los autores de esta violencia (elevadas exigencias laborales, necesidad de compromiso total, baja implicación de los empleados, etc.). Consideran que el incumplimiento de las especificaciones del Centro Cinematográfico Marroquí o de las cadenas de televisión en colaboración con las productoras crea condiciones propicias para la aparición de violencia de género, en particular debido a los horarios de trabajo (que a menudo superan las 12 horas diarias ) y cargos adicionales que no se evalúan objetivamente en los contratos.
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Además, el estudio muestra que las mujeres están escasamente representadas en las cámaras profesionales, federaciones y sindicatos que representan a los especialistas técnicos. Las 12 asociaciones profesionales de este sector cuentan con más de 100 miembros directivos, de los cuales sólo 10 son mujeres. Esta baja representación debilita la capacidad de los profesionales para participar en la defensa colectiva y la denuncia de la violencia de género en el sector cinematográfico marroquí.
