En 1980, tras la guerra del Sahara contra elementos del Frente Polisario, Marruecos se movilizó en todos los frentes. Al mismo tiempo que lanza la construcción de un muro defensivo en sus fronteras con Argelia, para protegerse de los ataques de las guerrillas del movimiento separatista, vigila sus fronteras marítimas, en particular en el Sahara.
En este contexto, instala puestos militares en varias ciudades de la provincia, en particular en Dajla. El 17 de enero de 1980, su unidad en la perla del Sur detectó entonces un barco, con bandera española, que se encontraba en aguas territoriales del reino.
El incidente fue silenciado durante cuatro días por Marruecos y España, antes de que esta última revelara, en una nota, lo ocurrido, refiriéndose a una situación «no alarmante», explica El País.
Un incidente bajo el embargo
En un artículo publicado el 22 de enero de 1980, el diario español volvía sobre este incidente, informando que el buque de guerra Almirante Ferrándiz (D22), antiguo USS Taylor DD 551 cedido por Estados Unidos a España a finales de los años 1950, fue atacado. por fuego desde un Mirage de las fuerzas armadas reales a 8 kilómetros del Sahara.
“Almirante Ferrándiz se encontraba patrullando la zona por la tarde antes de interceptar la llamada de socorro de un pesquero español, que al parecer fue detenida por una patrullera marroquí”, explica el diario. “El pescador español añadió en su mensaje que la tripulación había sido privada de todas las provisiones que llevaban a bordo”.
Según la versión española, el buque de guerra se habría dirigido hacia el lugar donde se encontraba el pesquero para comprobar este incidente, antes de ser atacado por un Mirage F-1 procedente de Marruecos, que había realizado dos pasadas por encima del buque antes de forzarlo. a tiros, para dar la vuelta hacia Canarias.
Almirante Ferrándiz es también el nombre de un barco español que participó en la Guerra Civil Española pero fue destruido por los nacionalistas en 1936. / DR
“Almirante Ferrándiz no respondió a los disparos del avión marroquí, aunque el comandante del barco ordenó el estado de alerta máxima para la tripulación”, continúa el diario.
En España, fuentes oficiales del Ministerio de Defensa calificaron entonces el incidente de “delicado”, pero informaron a El País de que “no era posible confirmar ni desmentir las circunstancias del incidente”. Fuentes oficiales de la diplomacia española se negaron en ese momento a hacer comentarios.
En Rabat, datos obtenidos por el periódico explicaban que el agregado militar español había pedido explicaciones al Gobierno marroquí, sin que la embajada española protestara.
El artículo recuerda finalmente que un barco con bandera libia también había sido detenido cerca de Dajla el 8 de noviembre de 1979, explicando que su capitán español seguía detenido porque la compañía propietaria se negaba a pagar una multa.
Una movilización marroquí para defender su soberanía sobre el Sahara
Hay que recordar que durante este período Marruecos estuvo realmente en alerta. En diciembre de 1980, cuatro barcos soviéticos fueron detenidos por el ejército marroquí en aguas del Sahara. Se negaron a cumplir con su petición. El ejército marroquí se ve obligado a actuar con fuego. La intervención provoca la muerte de un marinero soviético herido, tras su traslado a Las Palmas.
Los barcos rusos estuvieron bloqueados en Marruecos durante varios días, hasta que fueron liberados en febrero de 1981 tras la visita a Moscú del Ministro de Comercio marroquí, Azeddine Guessous. Marruecos obligó entonces a la Unión Soviética a pagar las multas previstas por la legislación marroquí en tales casos.
Un barco español en las Islas Canarias. / DR
Avergonzada por la opinión internacional, la Unión Soviética intentó minimizar su sumisión a las exigencias marroquíes. El Ministerio de Pesca soviético declaró entonces que el acuerdo de pagar estas multas a Marruecos se produjo “por razones humanitarias y para liberar [ses] ciudadanos detenidos en el puerto de Dajla de forma negociada.
«Sin embargo, la Unión Soviética no reconoce la soberanía de Marruecos sobre las aguas del Sahara», añade el comunicado, precisando que «el pago de estas multas no puede interpretarse como un reconocimiento de la soberanía de Marruecos» sobre este territorio.
En 1981, el ejército marroquí también detuvo en aguas adyacentes de sus provincias saharianas un barco cubano al que acusó de transportar «equipos informáticos sofisticados», sugiriendo que podría tratarse de espionaje.
Pero aunque no se ha dado ninguna explicación sobre este incidente, puede ser que el problema de demarcar las fronteras marítimas en el Sahara ya fuera un problema. Un tema que sigue siendo, aún hoy, un tabú entre Rabat, Las Palmas y Madrid.