El Tribunal de Apelación de Kenitra decidió transmitir el expediente de un notario al Ministerio de Justicia para presentarlo a la comisión disciplinaria, de conformidad con el artículo 11 de la ley que regula la profesión. Este procedimiento se produce tras investigaciones judiciales que revelaron que el sospechoso firmó un contrato de compraventa de un inmueble por valor de casi 30 millones de dírhams, sin la presencia del vendedor. Por su parte, el departamento de supervisión remitió el asunto al Ministerio Público, con miras a iniciar un proceso penal.
Según información de Al Akhbar, el notario firmó un contrato para la venta de un terreno, ubicado en la zona industrial de Kenitra, perteneciente a un establecimiento bancario. Citada por la misma fuente, una denuncia de la institución confirma consultas sobre las condiciones de venta y las personas autorizadas a firmar con un primer comprador. Pero como el establecimiento pidió ver el documento antes de las etapas finales de la transacción, se cortó el contacto.
Al no haberse cumplido la promesa de venta, se presentó un segundo comprador, con quien se celebró el contrato de venta. Sin embargo, llevaba el sello notarial y mencionaba la presencia de ambas partes, aunque el vendedor no estaba representado. Luego, el primer comprador emprendió acciones legales para finalizar la compra del terreno.
Según la ley, un notario sólo está autorizado a firmar una escritura de compraventa una vez que las partes contratantes la hayan firmado.