Mohamed Ihattaren está trabajando duro para mejorar su condición física y su nivel de juego. El joven de 22 años aspira a convertirse en una mejor persona, más equilibrada y en mejor forma. Para lograr su objetivo actualmente toma clases de kickboxing. “Doy golpes y patadas a las bolsas que el entrenador me sostiene, pero es muy diferente a entrenar o pelear contra un oponente. La bolsa y el entrenador no se contraatacan…”, confiesa.
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Nacido en Utrecht, Ihattaren tenía un futuro brillante. Siendo adolescente debutó en el PSV, club que abandonó tras un enfrentamiento con el técnico Roger Schmidt. El joven y talentoso jugador se fue a pique profesionalmente, sin poder ganar en Juventus, Sampdoria, Ajax y Slavia Praga. En su vida personal también era un caos. Muy afectado por la muerte de su padre, había desaparecido del radar. Cuando estaba recuperando el gusto por la vida, le prendieron fuego a su Porsche. Al mismo tiempo, se casó con la influencer Yasmine Driouech, unión que solo duró unos meses.
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Desde el verano pasado, Ihattaren juega en el RKC. Según su agente, José Fortes Rodríguez, el joven de 22 años necesitaba apoyo psicológico para reactivar su carrera. Para recuperarse de sus traumas, buscó la ayuda del ex psiquiatra Bram Bakker y del entrenador conductual Daan Ruiter. “Bakker y Ruiter están en la cima. Realmente me ayudaron. Esto también se aplica a Mo Allach y Henk Fräser (director técnico y entrenador del RKC, nota del editor)”, afirmó Ihattaren.
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Y agregó: “Me siento enormemente apreciado aquí. Desde la primera reunión, cuando me ofrecieron algo de beber, me sentí como en casa”. Desde su llegada al RKC, el joven jugador no ha dejado de progresar. Prueba de ello fue el sábado con su gol contra su antiguo club, el Ajax.
