Si el PIB aumentó un 4,3% en el tercer trimestre, sólo debería crecer un 3% en el cuarto trimestre de 2024 y un 3,5% en el primer trimestre de 2025. Esta moderación del crecimiento puede explicarse, en particular, por una desaceleración del la demanda global y la normalización de las actividades industriales, tras un tercer trimestre excepcional.
Sin embargo, no hay nada de qué alarmarse. El HCP cuenta con una “recuperación notable” a partir de principios de 2025, siempre que lleguen las lluvias invernales y la inflación se mantenga bajo control. La actividad no agrícola debería seguir siendo dinámica, impulsada por la demanda interna.
Los hogares, apoyados por las medidas sociales y fiscales implementadas por el gobierno, deberían seguir consumiendo. Por tanto, el HCP prevé un aumento del 3,2% en el gasto de los consumidores en el cuarto trimestre de 2024 y del 3,4% en el primer trimestre de 2025.
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En el ámbito empresarial, la situación es más heterogénea. Si las empresas públicas mantienen sus inversiones, particularmente en infraestructura vinculada a eventos deportivos y desalinización de agua, las empresas privadas podrían desacelerarse. La causa: la desaceleración de la demanda externa y el aumento de los costes laborales.
La inflación, por su parte, debería permanecer bajo control. El HCP prevé un aumento de los precios al consumo del 0,7% en el cuarto trimestre de 2024, frente al 1,3% del tercer trimestre. Esta caída se explica, en particular, por un efecto de base y por la reducción de los precios de los productos energéticos a nivel mundial.
A pesar de este contexto generalmente favorable, el HCP advierte de ciertos riesgos. La desaceleración del crecimiento de la demanda externa y el aumento de la deuda del Tesoro y corporativa podrían lastrar la recuperación económica. Por lo tanto, la institución pide vigilancia y esfuerzos continuos para apoyar el crecimiento y el empleo.
Cabe señalar que la tasa de desempleo se mantuvo por encima del 13% por quinto trimestre consecutivo, a pesar de una ligera mejora de la tasa de empleo en el tercer trimestre de 2024. Un desafío importante para Marruecos, que debe crear imperativamente puestos de trabajo para absorber el crecimiento de su población activa.
