Mientras el gobierno de transición sirio se acerca a Marruecos, Argelia acoge a una delegación de kurdos procedentes de las regiones del noreste de Siria, actualmente bajo el control de las fuerzas de las «Fuerzas Democráticas Sirias» (FDS), administradas por la «Rojava».
A su llegada, la delegación visitó las instalaciones del Frente Polisario en Tinduf, donde fueron fotografiados en grupo, ondeando la bandera del Frente junto a dos banderas que representan las regiones kurdas. En la ocasión, la delegación expresó explícitamente su apoyo a la idea de «separación» al exhibir la bandera de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG). Estos últimos son una organización que Turquía clasifica como “terrorista” debido a sus actividades armadas y su ambición declarada de crear un Estado kurdo arrebatándole territorios a Turquía, Siria, Irak e Irán.
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Según los observadores, el hecho de que Argelia acoja una delegación kurda se considera una amenaza directa a los intereses de Turquía, que rechaza categóricamente la formación de un Estado kurdo o una autonomía administrativa en sus fronteras. Esta es también una de las razones por las que Ankara intervino militarmente en Siria para controlar determinadas zonas del norte del país.
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Esta acogida de los separatistas kurdos por parte de las autoridades argelinas se produce tras el acercamiento entre Rabat y Damasco. Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, habló por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de transición sirio, Asaad al-Shaybani, a finales de diciembre de 2024.
