La Federación Marroquí de Editores de Periódicos (FMEJ) advierte sobre los costes adicionales de producción en la prensa escrita que provocarán “el cierre, el cierre y el despido de cientos de empleados”. El lunes, la organización profesional subrayó que los desafíos del sector son «más que un simple conflicto comercial entre dos partes», en un contexto en el que SAPRESS inició reuniones individuales con los editores para informarles de nuevas medidas financieras. Esto se debe a la fuerte reducción de las ayudas estatales, en un momento en que SAPRESS sigue siendo el distribuidor exclusivo de títulos nacionales.
En un comunicado, la FMEJ señaló que sigue «con gran preocupación las dificultades de las empresas de prensa escrita debido a los problemas de distribución y los riesgos que las amenazan con el cese de su actividad y la desaparición definitiva de la prensa escrita nacional de los quioscos». En efecto, “las exigencias actuales de SAPRESS hacia la prensa de papel no están al alcance de estas empresas, que ya sufren la debilidad de las ventas al público y el entusiasmo general por la lectura”, subraya el organismo.
Y añadir que la empresa de distribución de periódicos “se ha beneficiado, en los últimos años, de importantes ayudas excepcionales del Estado, consideradas como un esfuerzo financiero nacional considerable, que en los hechos no ha beneficiado a la prensa de papel marroquí.
En este sentido, la FMEJ recuerda que «no se ha ampliado la cobertura geográfica de la red de distribución de la prensa nacional», que «los volúmenes y el número de ejemplares distribuidos no han aumentado, en un momento en el que las cuentas por cobrar simples de las empresas de medios impresos en gran medida no se han resuelto hasta la fecha.
A pesar de los equilibrios financieros y para mantener sus actividades, SAPRESS tomó “una decisión que podría amenazar la presencia de la prensa escrita en toda su diversidad en las diferentes regiones del Reino y privar así a nuestro pueblo y a nuestro país de periódicos serios y fiables. . Creíbles, algunos de los cuales existen desde hace más de sesenta años”, estima la FMEJ.
La Federación pide así a SAPRESS «renunciar a las nuevas medidas financieras» y examinar la cuestión de las ayudas públicas «con las autoridades gubernamentales y los accionistas de la empresa», considerando a los editores de periódicos como «sus socios», en lugar de «hacer ellos pagan el precio de que el Estado abandone el apoyo a la distribuidora o del incumplimiento de las promesas y compromisos asumidos”.