El aumento del precio del gas butano “no está en la agenda del gobierno”, afirmó Fouzi Lekjaa, ministro delegado ante el Ministro de Economía y Finanzas, encargado del Presupuesto. Respondió a una pregunta oral sobre “el impacto del aumento del precio del gas en Marruecos”, planteada por el grupo socialista-oposición Ittihadi, en la Cámara de Representantes. Según explica, el gobierno dedica más de 15 mil millones de dírhams (MMDH) anualmente a subvencionar el consumo de gas butano, «una ayuda destinada en principio a las categorías más desfavorecidas, que más lo necesitan».
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“Las categorías más vulnerables, es decir el 20% más pobre de la población, se benefician sólo del 14% de este apoyo, mientras que las categorías más ricas, es decir el 20% más rico, se benefician del 27%, es decir, el doble de lo que reciben las categorías más desfavorecidas. ”, señaló el ministro, subrayando que “el verdadero problema del apoyo al gas butano, como ocurre con otros productos subsidiados, radica en la falta de focalización de los beneficiarios”. Según él, corresponde al Gobierno y a los distintos componentes del Parlamento «encontrar los mecanismos más eficaces para garantizar que este apoyo llegue plenamente a las categorías desfavorecidas, para las que fue creado».
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El apoyo directo, mediante transferencias monetarias específicas a las categorías vulnerables, es, por tanto, «la solución más adecuada, porque estas categorías merecen esta ayuda, así como deben beneficiarse de los márgenes presupuestarios que el gobierno puede generar optimizando este sistema», afirmó Lekjaa.