Durante una reunión, Nizar Baraka dejó a un lado su sombrero de ministro de Equipamiento para ponerse el de opositor al gobierno de Akhannouch. La conmemoración, el sábado en Casablanca, del 81° aniversario de la presentación del Manifiesto de la Independencia, el 11 de enero de 1944, brindó la oportunidad al secretario general del Partido Istiqlal de señalar la mala actuación del ejecutivo, particularmente en los sectores liderado por los ministros del RNI y del PAM.
Nizar Baraka indicó, en su discurso, que “la tasa de desempleo ha alcanzado niveles muy elevados en los últimos años, situándose en el 21,3% según las últimas estadísticas (del censo general). Es mayor entre los jóvenes (39,5%) y entre las mujeres (29,6%). También deploró “la fragilidad de los empleos creados para los jóvenes”.
Baraka alertó del “declive de la clase media debido al alto coste de la vida y al agravamiento de las disparidades sociales, a pesar de los esfuerzos realizados en materia de cobertura sanitaria y apoyo social”. Advirtió contra la “pérdida de confianza” de los ciudadanos “en los representantes electos de las instituciones y de los partidos políticos”.
Sin embargo, Aziz Akhannouch acogió con satisfacción, el sábado en Rabat, durante una sesión del consejo nacional del RNI, los logros alcanzados por su gobierno.
Hacerse el oponente dentro del gobierno es una práctica común en Marruecos. Nabil Benabdellah, del PPS, asumió este cargo bajo la dirección ejecutiva presidida por Saad-Eddine El Othmani (2017 – 2021). Salah-Eddine Mezouar, ex presidente del RNI, no dejó de criticar la actuación del gobierno de Abbas El Fassi (2007 – 2012), cuando estaba al frente del Ministerio de Finanzas. Abbas El Fassi también había sido el oponente en el gabinete del socialista Abderrahmane El Youssoufi (1998 – 2002), cuando era ministro de Empleo.