En la tradición africana común, siempre se ha pretendido que la expresión artística sea multidisciplinaria. Por este motivo, el Festival del Libro Africano de Marrakech (FLAM) pretende ser un espacio de literatura en torno al cual florecerán diversas formas de creación, se injertarán entre sí y, en última instancia, romperán las barreras entre disciplinas. Más que una feria del libro, la tercera edición del evento, del 30 de enero al 2 de febrero de 2025, da un lugar de honor a novelistas, ensayistas y poetas de toda África, pero también a investigadores, pensadores y figuras públicas afrodescendientes, conocidos en particular por su acción política.
Más allá de la literatura, los organizadores están derribando las barreras entre las expresiones artísticas y los formatos de reuniones, que pretenden ser inclusivos y ampliamente abiertos. Diseñado como un espacio de intercambio donde los grandes conocedores se mezclan con los no iniciados, los talentos emergentes, los escolares, los estudiantes y los más jóvenes, este encuentro anual permite brillar el intercambio y el debate de ideas del continente, anunciaron este jueves los organizadores, durante la presentación. de los ejes de esta edición.
En el centro cultural Les Étoiles de Jamaa El Fnaa y en el Instituto Francés de Marrakech, este tercer FLAM pondrá de relieve la contribución literaria y intelectual de las mujeres en África, tanto en la literatura, como en la reflexión y en términos de participación pública, en particular a través de la acción política. “Su voz, aunque esencial, a menudo es silenciada. Sin embargo, son ellos quienes llevan la memoria y las esperanzas de nuestras sociedades, quienes reinventan el mundo cada día con sus gestos y sus palabras. Y esto es aún más cierto en África y en sus diásporas”, subrayan los organizadores.
Visibilizar a los autores e involucrar a los jóvenes
El delegado general de FLAM, Younès Ajarraï, declaró a Yabiladi que este es el enfoque defendido por el festival desde su creación, porque “no podemos vivir sin cultura” en su sentido amplio. Además de encuentros literarios, presentaciones de libros y paneles de debate temáticos, el objetivo es incluir a estudiantes y jóvenes lectores.
“La cultura no pretende limitarse a una determinada élite. Nuestro festival defiende esta idea, porque creo en la mediación cultural, por eso vamos a ver a los jóvenes donde están, porque queremos que conozcan a escritores que nunca han conocido en sus escuelas, que conozcan a los autores de la literatura africana”, Younès Nos lo dijo Ajarraï.
Entre los encuentros previstos con los autores, la tercera edición del FLAM renueva en particular el formato de los desayunos literarios en el Centro Les Etoiles de Marrakech, además de clases magistrales, talleres de escritura e intervenciones fuera del recinto, en el entorno escolar y universitario. A partir de ahora, FLAM también patrocina el Premio Literario para estudiantes de secundaria de Marrakech. “En nuestra preocupación por compartir, la entrada es gratuita y sin reservas y todos los encuentros se retransmiten en directo y streaming en nuestras redes sociales y posteriormente se archivan en nuestro canal de YouTube”, afirman los organizadores.
En cifras, Younès Ajarraï recuerda a nuestra redacción que la edición del año pasado permitió a 3.000 jóvenes disfrutar de encuentros con un autor, “en torno a un desayuno literario durante el cual nos sentamos en una 'mida' para intercambiar con un escritor, al que tenemos que comer, de los nuestros”, subraya evocando el impacto educativo en el desarrollo personal de los escolares de establecimientos públicos y privados. También en FLAM 2024 participaron 25 autores.
Doctor FLAM
En términos más generales, la primera edición de FLAM atrajo a 8.000 asistentes al festival. Durante la segunda se superaron los 10.000. Más allá del entorno escolar, las actividades afectan a la educación superior, a través de la Universidad Cadi Ayyad y la UM6P, pero también al tejido de la sociedad civil, las asociaciones y los hogares de las jóvenes rurales.
En el centro de las actividades de FLAM, Younès Ajarraï lleva sobre todo la idea de la accesibilidad a la cultura para todos, pero con la contribución de todos a este efecto. “Más allá de esta vocación de elevar el alma y educar a las personas, cuando lees, escuchas música, vas al cine, te encuentras con diferentes imaginaciones, entras en el mundo de los demás y por tanto del conocimiento del otro, es decir del ser humano que no es igual a ti”, nos dice.
“Desgraciadamente, por parte marroquí, nuestra pobreza se expresa precisamente a través de este tipo de posición que considera que la cultura no es importante. Los hechos lo contradicen y sólo hay que ver cómo están sucediendo las cosas en países que se han centrado en la cultura como objetivo de desarrollo. En Francia, por ejemplo, este sector factura más que la industria del automóvil.
Younes Ajarraï
Para una accesibilidad que no conoce fronteras, las actividades de todas las ediciones de FLAM se transmiten en streaming, lo que permite seguir las conferencias en todo el mundo. “Los números son excelentes, con miles y miles de visualizaciones en nuestro canal de YouTube y las diferentes plataformas, a lo largo del año. La memoria y los archivos están ahí y siguen siendo consultables”, añade el delegado general.
Archivo / Doctorado FLAM
Cambiando las percepciones sobre la literatura y la creación en África
Hanane Essaydi, profesora e investigadora del departamento de lengua y literatura francesas de la Universidad Cadi Ayyad de Marrakech, especializada en novelas del África subsahariana, es cofundadora de FLAM. Para ella, este acontecimiento es inseparable de lo que considera su “batalla diaria”, tanto en el anfiteatro como extramuros. “Mi tesis se centró en el uso del humor y la ironía en la novela africana. A través de esto, pude comprender mejor la historia del continente y, a través de eso, incluso comprender mi lugar como mujer africana, tomar conciencia de las injusticias y opresiones históricas”, le dijo a Yabiladi.
“Cambió mi imaginación, mi forma de ver las cosas y mi visión de esta otra parte de mi continente africano. Esto es lo que intento hacer con los universitarios, pero también con estos jóvenes a los que pongo en mesas con autores que les hablan de estas realidades continentales”, subraya el investigador. Según ella, “los jóvenes descubren lo que compartimos y tenemos en común y que más allá de las diferencias, la idea de que compartimos nuestra humanidad”.
“Vi este impacto concretamente y lo experimenté como docente, al introducir estos corpus en la formación. A través del FLAM, los jóvenes están empezando a cambiar su perspectiva, a liberarse de los estereotipos que distorsionan nuestra relación con nuestros colegas del África subsahariana. La cultura es la mejor manera de lograrlo y es mi lucha diaria, en la universidad y en FLAM”.
Hanane Essaydi
Archivo / Doctorado FLAM
Teniendo esto en cuenta, FLAM se ajusta al programa de acción de sus organizadores, los miembros de la asociación WE ART AFRICAN//NS. El objetivo sigue siendo promover la lectura, la literatura y la cultura en sentido amplio, para crear “reuniones reales con nuestro continente, nuestra casa común, para el desarrollo global de las artes y la cultura”.
Esta visión es rica en las “raíces históricas y patrimoniales de nuestro país y de Marrakech en particular”, como ciudad “heredera de la edad de oro marroquí”, con su gran potencial para “recrear un África contemporánea donde las religiones, las lenguas y Las culturas, en su diversidad, cada una en su singularidad, se combinan en una misma búsqueda de la belleza y los valores universales.
FLAM 2025: Los ejes de la programación
La lección inaugural
Impartida en presencia de colegas y de un gran público, la lección inaugural es una oportunidad para que un pensador ubique su visión sobre el tema del festival, en el marco de los últimos avances en investigación.
Cafés literarios
Eje central de la programación, estos encuentros tienen como objetivo poner en valor el patrimonio literario, dar testimonio de la vivacidad de la literatura africana contemporánea y promover a los jóvenes escritores del continente y de la diáspora.
El otro objetivo es reflexionar desde el continente sobre la industria editorial, la difusión, distribución y promoción internacional de libros y escritores africanos.
Las palabrerías
Foro FLAM, este lugar es un catalizador de debates y propuestas a través de paneles de intelectuales, artistas y actores del mundo de la economía y la política.
Este formato refleja la idea de que África no es sólo el lugar donde está en juego parte del futuro del mundo. Es también uno de los grandes laboratorios de los que emergen hoy y mañana nuevas formas de dinámica social, económica, política, cultural y artística.
El panorama de la literatura marroquí
Este formato ofrece una visión general de la actualidad literaria marroquí en cada edición. Se brinda la oportunidad a los autores de encontrarse con el público y sus colegas del continente.
Sesiones de firma y dedicatoria
Los autores presentes se prestan al juego del intercambio directo con el público.
Los nocturnos
Se dan la bienvenida a artistas y creadores de otras disciplinas para una apertura a otras expresiones artísticas. El cine, la música, la danza, la narración de cuentos y la gastronomía están en el centro de atención.
La exposición
Para combinar otras formas de arte, la FLAM invita cada edición a un artista visual africano a exponer sus obras, haciéndose eco de la organización de la 1:54, Feria de Arte Africano Contemporáneo, asociada del festival.
La librería emergente
Está regentado por libreros profesionales, respetuosos con la cadena del libro, en todos los idiomas.
Autores invitados
En el cartel de este año figuran unos cuarenta autores, entre ellos Alaa El Aswani (Egipto), Christiane Taubira (Guyana), Nimrod (Chad), Mohamed Mbougar Sarr (Senegal), Ananda Devi (Mauricio), Colette Fellous (Túnez), Boris Boubacar Diop. (Senegal), Raphaëlle Red (Togo), Emmanuel Dongala (Congo), Nincemon Fallé (Costa de Marfil), Maboula Soumahoro (Costa de Marfil), Felwine Sarr (Senegal) Eric Fottorino (Túnez), Karima Moual (Marruecos), M'barek Beyrouk (Mauritania), Tierno Monenembo (Guinea), Abdourahman Waberi (Yibuti), Zineb Mekouar (Marruecos), Eric Chacour (Egipto), Jennifer Richard (Guadalupe), Najat Vallaud-Belkacem (Marruecos), Karim Akouche (Argelia), Kebir Mustapha Ammi (Marruecos), o incluso Rodney Saint-Eloi (Haití), Rachid Benzine (Marruecos), Anne Lafont (Martinica) y Mahi Binebine (Marruecos), entre otros.