Las necesidades anuales de los marroquíes para el sacrificio de Eid Al-Adha ascienden a unos 3 millones de cabezas de ganado. Una demanda difícil de satisfacer debido a los efectos adversos de la persistente sequía de los últimos años sobre el sector ganadero. A pocos meses de la celebración del Eid Al-Adha, los profesionales del sector están preocupados. Esperan que las precipitaciones repongan el rebaño y contengan el aumento de los precios de la carne roja.
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La importación de ganado, decidida por el gobierno para satisfacer la demanda local y reducir el precio de las carnes rojas, no ha dado los resultados esperados. Al contrario, ha empeorado la situación y ha fomentado la especulación, lamentó Fouzi Lekjaa, ministro de Presupuesto, señalando que esta medida no beneficia a las familias pobres ni contribuye a la estabilización o reducción de los precios.
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Ante la situación, se recomienda al gobierno que tome medidas urgentes y cancele para este año el rito de sacrificio de Eid Al-Adha, como ocurrió en 1981 y 1996. Además, los ulemas deben concienciar a los ciudadanos sobre el significado simbólico naturaleza de este rito, recordándoles, por ejemplo, que el profeta Mahoma sacrificó dos ovejas: una para él y su familia, la otra para los pobres de su comunidad.