Los trabajadores transfronterizos que van a Sebta todos los días para ganarse la vida temen perder sus empleos. Desde hace varios días, los servicios marroquíes competentes se niegan a expedirles el certificado de residencia, documento necesario para renovar su permiso de trabajo en Sebta. Una medida que perjudica a estos marroquíes que necesitan este trabajo para seguir cubriendo las necesidades de sus familias.
Sin permisos de trabajo, los trabajadores transfronterizos no tendrán más remedio que vivir ilegalmente en la ciudad autónoma e intentar obtener un permiso de residencia, análisis El confidencialponiendo de relieve la dificultad para obtener este documento, ya que se exige a los empresarios españoles un contrato de trabajo a tiempo completo con un salario mensual de unos 1.700 euros.
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Los trabajadores transfronterizos, en su mayoría mujeres, trabajan como sirvientes domésticos o en el sector de la hostelería y la restauración, o en la construcción para hombres. Antes de la pandemia de Covid-19, su número se estimaba en más de 2.000, pero descendió considerablemente tras la reapertura de las fronteras en 2022 debido a la imposición de visados para Sebta y Melilla.
España encontró una solución paliativa: un visado específico concedido gratuitamente por el consulado español en Tetuán a estas mujeres que seguían yendo a trabajar a Sebta e incluso estaban afiliadas a la seguridad social. A principios de 2024, la policía marroquí dejó de sellar los pasaportes de los trabajadores transfronterizos. No se ha dado ninguna razón oficial para justificar esta medida.