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Sara Faqir transmite la cultura marroquí a los niños del MRE a través de libros


Cada página impresa representa el viaje de aprendizaje de su hijo, transformando los desafíos lingüísticos en una oportunidad para difundir la riqueza de la cultura darija y marroquí. Se trata de la acertada apuesta de Sara Faqir, residente en Londres, y quien precisamente creó las ediciones “Dar Lilei”. Después de unos quince años de trabajo en el sector financiero en París y de una breve estancia de tres años en Marruecos, la editora se casó con un ciudadano libanés, con el que compartió tres años de vida matrimonial en Chipre. En 2020 se mudó a Inglaterra.

En sus declaraciones a Yabiladi, Sara recuerda con gran nostalgia su salida de Marruecos con dieciocho años. “Con el nacimiento de mi hijo se fortaleció este deseo de volver a mis raíces. Mi hijo nació en julio de 2019, en Chipre, al mismo tiempo que me enteré de la muerte de mi madre que permanecía en Marruecos, a miles de kilómetros de mí. Aunque hablo francés y amo la cultura francesa, me encontré cantándole cantinas marroquíes a mi hijo”, nos cuenta.

Durante estos años, las familias marroquíes en el extranjero tenían poco acceso a los medios de comunicación que sirvieran como medio para transmitir la cultura y la lengua del país a los niños. Sara, originaria de Marrakech, algo sabe al respecto. “Todas las noches, mientras le leía un cuento a mi hijo, lo traducía al darija y le contaba recuerdos de mi infancia”, nos cuenta.

“Empecé a utilizar libros en árabe, pero fue difícil. Me di cuenta de la gran necesidad de recursos para facilitar esta tarea, así que busqué en YouTube canciones infantiles apropiadas para su edad. Realmente no encontré ningún contenido adecuado a lo que estaba buscando”, nos dijo la madre, que decidió cumplir ella misma sus expectativas.

“La idea de crear una editorial nació de una necesidad personal. Al interactuar con mis amigos marroquíes en Francia, España, Estados Unidos e Inglaterra, me di cuenta de que no era el único que se sentía aislado y desconectado de nuestras raíces. Había una demanda real de libros adaptados, sobre todo porque las obras árabes tradicionales no la satisfacen”.

Sara Faqir

Satisfacer las necesidades de los niños y las familias de MRE

El viaje de Sara hacia el mundo editorial comenzó con una formación. Se matriculó en cursos online para comprender mejor el sector, con el objetivo de adquirir conocimientos sobre los fundamentos del idioma, o incluso sobre los mecanismos de aprendizaje de idiomas para niños. Estaba dirigido a lectores marroquíes, ya sea que crecieran en Marruecos y luego fundaran una familia en el extranjero o que provengan de generaciones de inmigrantes.

En abril de ese año, Sara lanzó “Lilei Publishing” (dar.lilei). Hasta ahora, las ventas han superado los 200 libros, con comentarios muy personales «de varias familias marroquíes y de muchos padres, que dicen sentirse motivados al hojear libros que ilustran su cultura y sus tradiciones».

“Esto es raro en los libros árabes clásicos, porque las historias generalmente no se basan en nuestras experiencias como árabes marroquíes. En consecuencia, las reacciones a mi primera colección de libros fueron tan conmovedoras como alentadoras. Esto es lo que estaba buscando; que estos libros son más que un simple producto cultural, sino una experiencia que reconecta a los niños y a sus padres con sus raíces”, subraya Sara a nuestra redacción.

Además de su sitio, Dar Lilei pretende reforzar el vínculo con las familias y la identidad marroquí entre la diáspora. Destaca, por tanto, una representación de cuentos “evocadores de cantos populares y expresiones de la vida cotidiana”. Sara tituló su primera colección “Klimati”. Se trata de un libro acompañado de un formato sonoro, que representa escenas inspiradas en experiencias vividas en Marruecos y aspectos tradicionales de la vestimenta.

“Cuando estudié el mundo editorial, descubrí que hay dos tipos de libros: el primero es “ventana” y el segundo es “espejo”. Respectivamente, nos abren nuevos mundos, donde los niños necesitan ver diversas representaciones de su vida diaria para aceptar mejor el mundo que los rodea, o reflejan la identidad de los pequeños, sus valores y sus orígenes, ayudándolos a ganar. con reserva.»

Sara Faqir

Pero este viaje no ha estado exento de obstáculos. Sara enfrentó muchos obstáculos al iniciar su editorial. “El proyecto requiere una importante inversión financiera, ya que este sector está dominado por grandes empresas. También hay que considerar aspectos complejos de diseño, distribución, logística y marketing. Pero el primer desafío que enfrenté fue psicológico: provenía de las finanzas y no estaba calificado para publicar, a pesar de que crecí rodeado de libros y siempre amé la lectura. Así que tardé dos o tres años entre tomar la decisión y actuar”, nos cuenta.

Los desafíos de la distribución en Marruecos y en otros lugares

Sara también menciona “la dificultad de reparto, entre una situación relativamente fácil en Europa y otra más complicada, en Estados Unidos y Marruecos”. “Mi identidad marroquí se ha vuelto más clara desde que viví en el extranjero: cuando estaba en Marruecos, daba por sentada mi marroquidad”, subraya.

“Quería que la experiencia de lectura fuera verdaderamente inmersiva: cuando un padre o un niño abre el libro, debería sentirse como si estuviera en el corazón del verdadero Marruecos. Aquel donde vivieron nuestros abuelos y donde crecimos, no solo una imagen simplificada. Los marroquíes de todo el mundo padecen un sentimiento de soledad, sobre todo porque vivimos en países donde no hablamos el dialecto marroquí a diario y, en determinados lugares, el árabe no tiene buena prensa.

Sara Faqir

Desde el lanzamiento de “Dar Lilei”, Sara ha recibido comentarios conmovedores, especialmente de las madres, y también de Marruecos, donde la gente se puso en contacto con ella para preguntarle sobre las disposiciones para el transporte de las obras al reino. El editor vio la necesidad de una representación cultural y lingüística en Darija, incluso en Marruecos.

“Mis sueños y ambiciones para este proyecto son grandes. Empecé con audiolibros, pero tengo muchas otras ideas. Quiero revivir la lengua marroquí y promover nuestra herencia, que puede parecer compleja, incluso para algunos adultos. Me gustaría trabajar para que sea más accesible al mayor número de personas posible”, nos vuelve a contar Sara.

Su hijo mayor jugó un papel decisivo en el lanzamiento de su editorial. Gracias a él pudo reencontrarse con sus orígenes marroquíes y su lengua materna en el extranjero. “Él es mi principal motivación. Comencé este proyecto para él y sus hermanos, para que pudieran aprender Darija. Siempre me da retroalimentación inmediata. Cuando lancé la primera colección de audiolibros noté su gran interacción y vi el impacto de las imágenes en ellos”, enfatiza.

Así es como Sara recibe, a través de sus hijos, los primeros comentarios sobre sus nuevos recursos en la web de la editorial. “Observo sus reacciones para ver si estas producciones generan reacciones positivas. Esto es lo que me empuja a seguir por este camino. Están orgullosos de mí y del trabajo que hago”, dice la madre.





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