Las Naciones Unidas emitieron un nuevo informe advirtiendo sobre la creciente gravedad de la inseguridad alimentaria en 22 países y territorios de todo el mundo. El informe espera que los conflictos, especialmente en la región de Medio Oriente, junto con las crisis económicas y climáticas, empujen a millones de personas a vivir. al borde de la hambruna. El informe señala la escalada de riesgos resultantes de los conflictos en curso, incluida la crisis en Gaza que ensombrece el Líbano, así como los efectos del patrón climático resultante del fenómeno de La Niña, cuyo impacto se espera que se extienda hasta marzo de 2025 y representan una amenaza para los frágiles sistemas alimentarios en muchas regiones.
El informe indicó que las tasas de hambruna y mortalidad pueden aumentar si no se toman medidas humanitarias urgentes para abrir el acceso a las zonas afectadas y encontrar soluciones para detener los conflictos.
El informe esperaba que los efectos del fenómeno de La Niña, representado por patrones climáticos extremos, exacerbarían algunas crisis alimentarias existentes. Es probable que provoque inundaciones en países como Nigeria y Sudán del Sur, mientras que puede causar sequías en Somalia, Kenia y Etiopía, lo que aumenta la fragilidad de los sistemas alimentarios en estos países y expone a millones de personas al riesgo de hambre.
En este, el Director General de la Organización para la Agricultura y la Alimentación, Qu Dongyu, afirmó que existe una necesidad urgente de un alto el fuego y de garantizar el suministro y el acceso a los alimentos en estas zonas para lograr una seguridad alimentaria sostenible, destacando que la paz es una condición básica para lograr este objetivo, ya que sin estabilidad los agricultores no podrán cultivar ni cosechar sus cultivos.
Por su parte, la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Cindy McCain, pidió intensificar el apoyo político y financiero para permitir que los trabajadores humanitarios continúen sus esfuerzos para combatir el hambre y brindar soluciones a largo plazo. Hizo un llamado a los líderes mundiales a trabajar para poner fin a los conflictos y cooperar para llegar a millones de personas en riesgo de hambruna y brindar el apoyo necesario para garantizar la seguridad alimentaria.
El informe identificó que Sudán, Líbano, Haití, Malí y Sudán del Sur se encuentran entre las regiones que enfrentan niveles más alarmantes de inseguridad alimentaria, ya que el empeoramiento de los conflictos contribuye principalmente a profundizar esta crisis. Otros países, incluidos Chad, Siria y Yemen, también figuran entre los focos de hambre que requieren una intervención urgente para hacer frente al rápido deterioro de la seguridad alimentaria.
En este contexto, Kenia, Níger y Zimbabwe entraron en la lista de focos de hambre en la versión actual del informe, sumándose a países como Burkina Faso, Etiopía y Zambia, lo que refleja el deterioro de la seguridad alimentaria en estos países y los crecientes riesgos que enfrentan sus poblaciones en los próximos meses.
El informe concluyó enfatizando la necesidad de tomar medidas tempranas y dirigir recursos a las comunidades afectadas para evitar desastres relacionados con el hambre. Las Naciones Unidas llamaron a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos diplomáticos y económicos para abordar las crisis alimentarias y promover soluciones sostenibles para apoyar a los grupos de población más vulnerables y evitar su descenso al abismo de la hambruna.