El Galicia (L-51) es un barco imponente, de 160 metros de eslora y 13.000 toneladas de desplazamiento. Su misión principal es desplegar infantería marítima en cualquier zona de conflicto o lugar de desastre natural. Como hospital flotante, puede proporcionar todo tipo de asistencia médica. El barco había visitado la ciudad autónoma el 2 de abril de 2020 para prestar apoyo sanitario durante el Covid-19.
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Desde hace varios años, Marruecos sigue reclamando las ciudades autónomas de Sebta y Melilla, a las que considera marroquíes. Por su parte, España no pierde oportunidad de reafirmar su soberanía sobre estas presidencias, aunque deplora la política de Marruecos encaminada a asfixiar económicamente a las dos ciudades. El reino cierra la aduana comercial de Melilla desde agosto de 2018, recuerda El debate.
Además de Sebta y Melilla, las reivindicaciones territoriales de Marruecos también se refieren a las islas Chafarinas, la isla de Alborán, los peñascos de Alhucemas y Vélez de la Gomera. En tal contexto, España está preocupada por el rearme de Marruecos. En los últimos años, el reino ha aumentado su presupuesto militar para adquirir equipamiento de última generación, incluidos cazas F-16, tanques Abrams, drones, sistemas de misiles antitanque chinos Red Arrow 9A, el lanzamisiles israelí PULS, etc.
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España, por su parte, realiza periódicamente misiones de disuasión y vigilancia en estos territorios reclamados por Marruecos. A finales de noviembre de 2022 había desplegado la fragata Reina Sofía (F-84) en Ceuta y las fragatas Navarra (F-85) y Canarias (F-86) en Melilla. Los pasados enero y marzo envió a Melilla la patrullera Atalaya y el buque de acción marítima (BAM) Rayo P-42 respectivamente.