Cuando nació el Frente Polisario en 1973, el objetivo era expulsar la colonización española de Sakia el Hamra y Oued Ed-Dahab. Unos años más tarde, el movimiento, inicialmente de resistencia anticolonial, reivindicó el principio de autodeterminación en el territorio del Sáhara Occidental, hasta la autoproclamación de una “república saharaui” el 27 de febrero de 1976. Entre estas dos fechas, La historia de la región quedó marcada por la Marcha Verde del 6 de noviembre de 1975, precedida de una consulta entre España y Marruecos, para la que el propio rey Juan Carlos visitó el lugar.
Todo empezó en octubre de 1975, como indican documentos de la CIA que contienen conversaciones entre el rey Hassan II (1962 – 1999) sobre la preparación de esta salida de la crisis, habiendo actuado Estados Unidos como mediador. Además, Marruecos había recurrido a la Corte Internacional de Justicia para impugnar la propuesta española de organizar un referéndum popular para la partición del Sahara. El 16 de octubre del mismo año, el órgano judicial de la ONU se pronunció sobre la existencia de vínculos de lealtad entre el Sultán de Marruecos y la población del Sáhara Occidental, sin reconocer soberanía territorial definitiva.
Negociaciones favorables a la posición marroquí
En este episodio histórico relatado por El Público, el diario español recordó que Hassan II entendió que era necesario optar por negociaciones directas con su vecino ibérico para recuperar el Sáhara. Cables diplomáticos filtrados a través de Wikileaks reproducen así intercambios en este sentido entre el Departamento de Estado de Henry Kissinger y la embajada estadounidense en Rabat, como el del 23 de octubre de 1975.
“Mientras la administración Franco seguía defendiendo públicamente el derecho a la autodeterminación reconocido por las Naciones Unidas, envió un representante para entablar conversaciones secretas con Rabat”, informó El Público. La estrategia de Marruecos para retomar el Sáhara ya seguía su curso y España, que defendía oficialmente la autodeterminación, estaba consciente del proyecto. Así, Hassan II y José Solís, enviados por el reino ibérico, acordaron la organización de un plebiscito “controlado”.
Según cables diplomáticos estadounidenses, Hassan II consideraba que “las tres cuartas partes del problema” habían sido “resueltas tras el acuerdo celebrado con Solís”. El acuerdo entre las dos partes preveía que la Marcha Verde sería diseñada y organizada por Rabat, de modo que los participantes tuvieran la opción de cruzar o no la frontera hacia el Sahara. Allí estaba en juego el futuro de la soberanía sobre el territorio. Así, Madrid vislumbraba una salida a la crisis que “mantendría las apariencias”, retrocediendo frente a Rabat. Además, Juan Solís anunció, durante esta reunión celebrada el 22 de octubre de 1975, que su país renunciaba a la independencia del Sáhara Occidental como Estado y ya no le preocupaba la cuestión.
Al otro lado del Mediterráneo, el general Franco vivía sus últimos días. El entonces príncipe heredero, Juan Carlos, dirigió las negociaciones, a pesar de su reticencia inicial a participar en el proceso. Finalmente, accedió al trono el 31 de octubre de 1975 y trabajó para poner fin a la disputa. El mismo día convocó un consejo de ministros a tal efecto, con la idea de contactar urgentemente con su homólogo marroquí.
Una salida a la crisis entre Hassan II y Juan Carlos
Los medios españoles destacaron que un primer grupo de participantes en la Marcha Verde había sido enviado el 30 de octubre hacia las provincias del sur, con la idea de bloquear una posible intervención de Argelia, lo que explicó la reacción del nuevo rey. El ejército español al mando de Juan Carlos no prefirió involucrarse en enfrentamientos abiertos sobre el terreno, por lo que el rey ibérico se apresuró a preparar su viaje a Marruecos.
Fue en este contexto que Juan Solís viajó nuevamente al país, el 25 de octubre del mismo año, para participar de un encuentro con Hassan II que luego calificó de “positivo” y “fructífero”. Ahora alineado con la postura del Rey de España, el funcionario español incluso consideró que “el régimen [espagnol] no podía alterar sus relaciones con Rabat por nada del mundo. Así, según El Público, que cita cables diplomáticos, España decidió retirarse del expediente, diciendo Solís que estaba a favor de un acuerdo con Marruecos sobre la autonomía de las provincias bajo la supervisión de Hassan II.
Así fue como el 2 de noviembre de 1975 Juan Carlos se dirigió al Sahara. Oficialmente, estaba allí para “dar apoyo a las tropas españolas”. Extraoficialmente cumplía los objetivos en los que se basaba el acuerdo con Marruecos. Cuatro días después tuvo lugar la Marcha Verde. Para ello se movilizaron cerca de 500.000 personas. 350.000 de ellos pudieron encabezar la marcha hacia el Sahara.
El 9 de noviembre el Rey de España oficializó su posición y el ejército español no realizó maniobras aguas abajo. Después de lo cual, los Acuerdos de Madrid marcaron el fin de la crisis el 14 de noviembre. Firmado por España, Marruecos y Mauritania, este tratado establece las condiciones para la retirada del vecino ibérico del Sáhara Occidental, así como la partición administrativa del territorio entre estos dos últimos. El parlamento español ratificó el texto el 18 de noviembre de 1975.