Según el índice 2024 publicado por la empresa estadounidense Kearney, se encuentra en el puesto 105 entre 156 ciudades estudiadas, cinco puestos menos que en años anteriores.
Este descenso es tanto más preocupante cuanto que la ciudad blanca ni siquiera aparece en determinados rankings temáticos, como el de las “ciudades inteligentes”. Por otro lado, ocupa el puesto 137 en el índice de perspectivas, que evalúa el potencial futuro de las ciudades. Un ranking que confirma una tendencia a la baja observada desde 2019, año en el que ocupó el puesto 98.
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Como era de esperar, son los gigantes de Nueva York, Londres, París y Tokio los que suben a lo más alto de la tabla. A China le está yendo bien con Beijing (6.º) y Shanghai (8.º) entre los 10 primeros.
En el mundo árabe, Dubai (24.º) lidera el ranking, seguida de Doha (51.º) y Abu Dhabi (59.º). Riad, El Cairo y Kuwait City cierran la marcha.
El informe Kearney advierte sobre los desafíos medioambientales a los que se enfrentan las ciudades. Los desastres climáticos, que causan grandes pérdidas financieras y materiales, afectan principalmente a las zonas urbanas.
Como recordatorio, el Índice de Ciudades del Mundo se basa en cinco criterios: actividad comercial, capital humano, intercambio de información, experiencia cultural y participación política. ¿El objetivo? Medir la capacidad de las ciudades para atraer inversiones, talento e ideas.