Mientras Francia pierde terreno en el Sahel, Marruecos se posiciona como un socio de confianza para estos Estados. Las claves del enfoque marroquí en este espacio interesan a ciertos círculos de París.
“En su enfoque afrooptimista, Su Majestad el Rey Mohammed VI siempre se ha negado a ver el Sahel como algo inevitable. Por este motivo, ha visitado Mali cuatro veces desde 2012, invirtiendo masivamente en la formación de 500 imanes en el Instituto Mohammed VI para la formación de imanes e iniciando numerosos proyectos de desarrollo, además de la presencia marroquí en el sector bancario y económico”. explicó el Ministro de Asuntos Exteriores en una entrevista publicada en el semanario Le Point.
“Con este espíritu se lanzó la iniciativa real, que ofrece a los países del Sahel acceso a los puertos marroquíes, zonas de almacenamiento, infraestructuras logísticas y fibra óptica, y les apoya en los procedimientos aduaneros. La idea es abrir el Sahel, sacarlo de su aislamiento”.
Nasser Bourita
“Las reacciones a esta iniciativa real han sido muy positivas: ya se han celebrado tres reuniones ministeriales y los jefes de Estado interesados han creado grupos de trabajo para promover la apropiación de esta iniciativa. Se ha elaborado un documento de referencia que próximamente se presentará a los jefes de Estado para su aprobación y se lanzarán proyectos a corto, medio y largo plazo”, afirmó.
Sin juzgar el fracaso de la política francesa en el Sahel, el Ministro de Asuntos Exteriores declaró diplomáticamente que “Francia, también implicada en esta región, persigue sus objetivos, pero con un enfoque propio. El objetivo común sigue siendo la estabilización del Sahel, con un profundo respeto por las elecciones de sus pueblos y con el firme deseo de promover su desarrollo.
En su discurso ante el Parlamento marroquí, el presidente Emmanuel Macron elogió el enfoque marroquí en este espacio africano. “Sé que puedo inspirarme en su país y su acción en el Sahara y el Sahel. Necesitamos estabilidad en esta región que respete a la gente”.
