En una entrevista el martes en BFMTV, Yassine Belattar afirmó su legitimidad para formar parte de esta delegación en su calidad de “artista francés y marroquí”. «Hago 20 años en este trabajo», recordó el humorista, antes de añadir: «Hay 122 personas en la delegación, es un muy buen día para las relaciones entre Francia y Marruecos». Belattar también expresó su “orgullo de regresar a Marruecos, con un avión que decía “República Francesa” y de lograr conciliar la historia de los dos países que me forjaron”. “Es magnífico escribir esta página”, añadió.
Yassine Belattar denunció también los comentarios recogidos por CNews según los cuales Sébastien Lecornu, Ministro de las Fuerzas Armadas, lo tomó “por un técnico” durante este viaje. “Conozco a Sébastien Lecornu porque lo vi en varias ocasiones. Me parece deplorable que alguien de su entorno diga que yo soy técnico”, declaró el humorista, criticando estos “comentarios racistas”.
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La presencia del comediante en la delegación del presidente francés que realiza una visita de Estado de tres días a Marruecos suscitó una fuerte reacción por parte de figuras de extrema derecha. “¿Cómo puede este supuesto comediante, condenado por amenazas de muerte, cercano a los antisemitas del CCIF (Colectivo contra la Islamofobia en Francia), estar presente en un viaje de esta importancia en compañía del Presidente de la República? Es tan irrespetuoso para Francia como para Marruecos”, escribió Jordan Bardella, presidente de la Agrupación Nacional, en X.
Para Marion Maréchal, la presencia de Belattar, «que también va en chándal», ha supuesto «una vergüenza para la delegación francesa que visita el país amigo de Marruecos». Además del humorista, la delegación está compuesta por diez ministros, entre ellos el de Interior, Bruno Retailleau, y el de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, diputados y empresarios, así como amigos del presidente francés, Jean-Marc. Borello, fundador del grupo asociativo SOS, y Christian Dargnat, ex banquero.
