Emmanuel Macron quiere normalizar las relaciones con Marruecos. Como continuación lógica de su reconocimiento del carácter marroquí del Sáhara, decisión que contribuyó a aliviar las tensiones con el reino, el presidente francés realiza desde el lunes una visita de Estado de tres días a Rabat. Al optar por un calentamiento de sus relaciones bilaterales con Marruecos, Macron renuncia indirectamente a una normalización de sus relaciones con Argelia, analiza Opinión.
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Entre Rabat y Argel, el presidente francés acabó eligiendo, después de años de tensiones con Marruecos, en particular por el Sahara y los problemas de visados, y de un intento fallido de acercamiento con Argelia. “Cada mandato presidencial francés comienza en Argel y termina en Rabat”, predijeron los diplomáticos franceses.
Macron había anunciado los colores de su política hacia Argelia mucho antes de su elección en 2017. Durante un viaje a Argel, el entonces candidato presidencial describió la colonización como un “crimen contra la humanidad”. Palabras que no dejaron de provocar protestas. El presidente francés intentó luego aclarar su idea, afirmando su determinación de “reconstruir” las relaciones con Argel, de “reconciliar memorias”.
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Una vez elegido, el presidente tomó medidas contundentes en este sentido (colocación de ofrendas florales en memoria de los disturbios de la guerra de independencia en el Memorial de los Mártires de Argel en diciembre de 2021, disculpas a los harkis en septiembre de 2021, reconocimiento en octubre del mismo año de la masacre de manifestantes argelinos en 1961), pero, por otra parte, Argelia no muestra ningún interés. Molesto, Macron cambió de postura y describió al régimen argelino a finales de 2021 como un “sistema político-militar construido sobre ingresos conmemorativos”.
En definitiva, París renueva sus vínculos con Marruecos, país al que realizó su primera visita a África en junio de 2017. Con esta visita de Estado a Rabat, Macron, que provocó la ira de Argel al reconocer en julio pasado la marroquidad del Sahara , muestra su firme compromiso de restablecer sus relaciones con Rabat. El presidente francés también reafirmó su posición sobre el Sáhara el martes durante su discurso ante el Parlamento.
