El Elíseo no mencionó este tema tan importante en su presentación de los temas de la visita de Estado de Macron a Rabat. Pero la cuestión seguramente estará en el menú de conversaciones entre el presidente francés y las autoridades marroquíes. “La costumbre es presentar a las autoridades de Rabat listas con varios centenares de nombres de nacionales marroquíes indeseables en Francia. Después de varios días, recibimos la respuesta, con luz verde para algunos expedientes. Durante algunas semanas, la relación es fluida y luego se estrecha según los caprichos de la relación bilateral”, confía un ex miembro de los equipos Darmanin a Opinión.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, que forma parte de la delegación que acompaña al presidente francés a Rabat, ya ha delimitado el terreno con su homólogo marroquí. “Un comité dedicado a temas de movilidad y migración […] se celebró a nivel operativo entre los dos Ministerios del Interior», informa el Elíseo, añadiendo que, siguiendo el espíritu de la «agenda global», conviene «debatir la lucha contra la inmigración irregular y la cooperación en este ámbito, incluida la readmisión y prevención de salidas”.
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La cuestión de la migración merece una atención sostenida, ya que las cifras son alarmantes. Según datos del Ministerio del Interior francés, 10.714 marroquíes fueron rechazados en la frontera en 2022, convirtiéndose en la primera nacionalidad a la que se le niega el acceso al territorio francés. Además, 945 nacionales del reino fueron objeto de una orden de expulsión. ¿Qué pasa con los marroquíes bajo el OQTF que no pudieron regresar a Marruecos debido a la negativa de Marruecos? Según nos enteramos, la tasa de ejecución de estas devoluciones forzosas no supera el 10%. Un resultado débil que Bruno Retailleau pretende mejorar.
El cambio de posición de París el pasado mes de julio sobre el carácter marroquí del Sahara debería ayudar a mejorar la cooperación migratoria entre los dos países. Sin embargo, Rabat cree que el retorno de sus nacionales que han cometido delitos o delitos en Francia no haría más que aumentar la delincuencia en el reino, subrayando que la «culpa» es sobre todo del sistema francés si un MRE que pasó años en Francia y finalmente es obligado a regresar a casa.