Tras el evidente fracaso de su “apuesta argelina” y su deseo de calentar y relanzar el diálogo y la cooperación con Marruecos, único socio estable en una región en pleno cambio, Emmanuel Macron llegará a Rabat el próximo lunes en el marco de una visita de tres años. conferencia estatal del día. Su última visita a Marruecos se remonta a junio de 2017. El programa para la próxima visita de Estado es rico. El presidente francés se reunirá con el rey Mohammed VI y se organizará una cena en su honor. También se espera que pronuncie un discurso ante el Parlamento marroquí, como lo hizo el ex presidente François Hollande en 2013, para elogiar las relaciones bilaterales y pasar página sobre las diferencias que han afectado recientemente las relaciones entre los dos países. Pero son esenciales tres condiciones para que esta visita sea un éxito duradero.
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“La primera condición será romper con el enfoque arrogante que ha caracterizado la diplomacia de Emmanuel Macron desde que llegó al poder en 2017”, analiza el sitio reaccionario Hablador. La segunda condición “será reconocer a Marruecos por lo que se ha convertido: una auténtica potencia regional. El reino ya no es simplemente ese “buen estudiante” al que Francia y Europa felicitaban en ocasiones”, añade el autor del artículo. Para respaldar su punto, sostiene: “En un Magreb en crisis, donde Túnez está estancado en un autoritarismo latente y donde Argelia sigue estancada en un status quo obsoleto, Marruecos es el único socio estable y confiable. Este estatuto debe ser reconocido no sólo por Francia sino también a nivel internacional. »
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Tercera condición: “Emmanuel Macron debe llegar a Rabat con propuestas concretas y sustanciales capaces de dar sentido y dirección a esta alianza renovada. Ya no se trata de imponer condiciones sino de negociar de poder en poder”, afirma la publicación. Gracias al reconocimiento francés del carácter marroquí del Sahara, Francia podría liderar negociaciones que desembocarán en un acuerdo sobre la cuestión migratoria beneficioso para ambas partes. La cooperación antiterrorista entre París y Rabat, ya sólida, podría intensificarse.
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En el plano industrial, Macron abogará a favor de Alstom para el mercado de la línea de alta velocidad Casablanca-Marrakech. El presidente francés negociará la adquisición de 188 aviones Airbus por parte de Royal Air Maroc (RAM). Las dificultades encontradas por el fabricante estadounidense Boeing, en particular debido a las huelgas que paralizaron sus plantas de montaje en Renton y Everett en Estados Unidos, podrían ser una oportunidad para Airbus de conquistar este gran mercado.