Esta campaña, liderada por las autoridades de la ciudad, condujo a la incautación de decenas de productos no aptos para el consumo y caducados que se ponían a la venta. El dominio público también fue liberado en la zona de Merkala, donde fue explotado de manera anárquica por cafés ambulantes.
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Las mismas fuentes añadieron que decenas de personas sin hogar y mendigos fueron detenidos y trasladados a centros especializados para su reintegración.
La operación fue supervisada por el bajá de la zona de la ciudad de Tánger, acompañado por el jefe del anexo administrativo nº 3 y miembros de las fuerzas auxiliares, bajo las instrucciones de la wilaya de la región de Tánger.
