La escasez de precipitaciones y la caída del nivel freático en la región empujaron al gobernador a tomar la decisión de limitar el cultivo de sandía, que consume agua, y prohibirlo en determinadas zonas. La medida tiene como objetivo promover el uso racional del agua para seguir cubriendo las necesidades de agua potable y de riego de la población.
Así, el gobernador fija en una hectárea por agricultor la superficie máxima autorizada para el cultivo de sandía para la campaña agrícola 2024/2025. El cultivo de sandías está prohibido en las zonas protegidas y, en particular, en las situadas cerca de zonas de bombeo o abastecimiento de agua potable y en las orillas del Oued Drâa, a lo largo de oasis y cauces.
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Para medir la cantidad de agua utilizada para el riego, la decisión exige que todos los pozos y perforaciones estén equipados con contadores de agua que la comisión local será responsable de leer periódicamente y al final de la operación para evaluar el estado del nivel freático. Los infractores de estas medidas se enfrentarán al rigor de la ley.
La decisión del gobernador de Zagora se enmarca en la aplicación de las recomendaciones de la comisión provincial del agua, resultantes de la reunión del 12 de septiembre destinada a encontrar soluciones para hacer frente a la persistente sequía y la reducción de los recursos hídricos. Además, las asociaciones pidieron al gobernador de la provincia que siguiera el ejemplo de otras provincias vecinas y prohibiera el cultivo de sandía.