Evidentemente, Angelina ya no era la misma después de su conversión al Islam. Convencida de haber sido “expulsada” de su familia porque “se junta con gente de otras etnias y otros colores”, ahora vive “en la calle”, informa El parisino. Incluso “dormí en la mezquita”, atestigua este titular de una Asistencia Personal CAP y ahora autónomo en la “fabricación de velas artesanales” en el palco del acusado. Los hechos que se le imputan se remontan al 12 de octubre. Ese día fue a casa de sus padres a “buscar cosas”. Armada en esta ocasión con un cuchillo, la joven rubia estaba “dispuesta a matar” a su padre “si no la dejaba salir” de la casa.
Angelina golpeó a su padre con un cuchillo en Rezé (Loira Atlántico) alegando que le impedía “llevar el velo”. El día antes de este intento de asesinato, estalló un altercado entre la joven de 23 años y su madre Nathalie. “Esfuérzate o te estrellaré”, dijo entonces la acusada, según comentarios informados por su hermana.
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Angelina está convencida de que a sus padres “no les agrada”. “Quieren que vaya a prisión, simplemente, y no quieren que sea musulmana”, repitió el miércoles durante su juicio de comparecencia inmediata. Sus padres la contradicen. “Siempre la amamos, nunca la rechazamos”, sollozaron en el estrado. “Cuando era pequeña tuvo bronquiolitis, casi se muere”, recordó incluso su padre, que aún conserva huellas de su herida en la parte baja del cuello. La pareja sólo estaba preocupada por saber dónde “dormía” su hija y “no tener respuestas a sus correos electrónicos y mensajes de texto”, resumimos.
“El radicalismo es un proceso que siempre comienza con una ruptura con la sociedad, con los padres”, afirmó el fiscal. “Si mi hija tuviera el mismo desarrollo, no sería mejor que el señor o la señora… estaría perdida”, añadió, antes de solicitar dieciocho meses de prisión y lo mismo con suspensión probatoria, acompañada de detención continua en su contra por esto “ huida hacia la intolerancia y el nihilismo”. Finalmente, el tribunal penal de Nantes condenó a esta ex vendedora y agente de limpieza a diez meses de prisión, pero también a veintiséis meses de prisión con libertad condicional, con obligación de prestar cuidados y trabajar.