La Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos anunció la apertura de una investigación judicial sobre un agente de policía de la prefectura de Casablanca. Se sospecha que este último ha malversado más de 4 millones de dírhams, es decir, unos 360.000 euros, en perjuicio del director de una estación de servicio.
El caso comenzó con una denuncia presentada por el propietario de una gasolinera que tenía un contrato con la policía de Aïn Sebaâ para el suministro de combustible a sus vehículos. Afirmó que no le habían pagado parte de sus servicios.
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La investigación arrojó rápidamente luz sobre el papel del policía encargado de gestionar la flota de vehículos. Presuntamente cobró los vales de pago destinados al denunciante y los transformó en efectivo con la complicidad de un empleado de otra estación de servicio. Este presunto cómplice es buscado activamente por las autoridades.
Detenido bajo custodia policial, el agente es objeto de una investigación judicial para determinar el alcance de sus acciones e identificar posibles cómplices. A la espera de las conclusiones de la investigación, fue suspendido de sus funciones por la Dirección General de Seguridad Nacional.