Si bien tenía un ambicioso proyecto de desarrollo en Marruecos, Madame Coco decidió abandonar Marruecos tras el fracaso del primer punto de venta, en la rue Ain Taoujtat de Casablanca, para “recuperar la rentabilidad”, informa Desafío. Los múltiples intentos e inspiraciones de marketing y comerciales para rectificar la situación resultaron infructuosos.
En 2019, 3H Partners (el masterfranquiciado marroquí) y su franquiciado se asociaron y quisieron hacer de la primera aventura africana de esta marca turca un verdadero éxito con la apertura de al menos cuatro puntos de venta en cinco años. Pero su negocio no tuvo éxito. Los tres socios de 3H Partners, Hajar Belahsen, que lanzó varias experiencias empresariales (technodeal y Belcen en el prêt-à-porter), Fatine Mouline y Sidi Ahmed Jaouhari (socio marroquí Negoce), luchan por aumentar sus ventas.
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Sin embargo, la marca ofrece productos centrados principalmente en ropa de hogar y artículos de decoración bien elaborados. ¿La razón? El master franquiciado de la marca de “productos inspiradores para espacios habitables” se enfrenta a una dura competencia: hay productos chinos básicos fácilmente disponibles en todas partes, lo que impide al consumidor pagar un “precio superior” por una determinada marca. Marcas un poco más premium con una gama mucho más amplia (como Zara Home) también dominan el mercado.
Creada en Estambul en 2011, Madame Coco está presente en 23 países a través de más de 600 tiendas que suman una superficie comercial de más de 150.000 m².