La Dirección General de Meteorología (DGM) da la voz de alarma. En su informe climático anual, revela que 2023 fue un año oscuro para Marruecos.
Con una temperatura media nacional 1,77°C por encima de lo normal, es la más calurosa jamás registrada desde principios del siglo XX. Un disco que te provoca escalofríos.
Eso no es todo. La DGM precisa que el mercurio subió por encima de las normas estacionales durante el 79% de los días del año. El 11 de agosto de 2023 quedará grabado en los anales: Agadir registró un pico de calor histórico de 50,4°C, superando por primera vez la barrera simbólica de los 50°C en Marruecos.
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Además de este calor infernal, el país se vio duramente afectado por una sequía sin precedentes. Con un déficit de precipitaciones del 48%, 2023 es el año más seco en al menos 80 años. Una situación crítica que ha perjudicado al sector agrícola, habiendo sufrido la campaña 2022-2023 un déficit de precipitaciones de casi el 30%.
Para colmo, Marruecos sufrió más de una veintena de fenómenos meteorológicos extremos, incluida una intensa ola de calor a finales de abril que afectó a todo el suroeste de Europa y el norte de África.
Esta alarmante observación es parte de una tendencia global de aumento de las temperaturas, impulsada por el aumento de los gases de efecto invernadero. Según el DGM, 2023 es el año más caluroso jamás observado a escala global, con una temperatura promedio que supera los niveles preindustriales en 1,45°C.
Ante esta emergencia climática, el MDE convoca a una movilización general para limitar los daños y adaptarse a estas nuevas realidades. Se compromete a proporcionar datos confiables y servicios climáticos eficientes para ayudar a los diversos actores socioeconómicos a enfrentar los desafíos del cambio climático.