La Oficina Nacional de Seguridad Alimentaria (ONSSA) ha fijado las condiciones y países de origen autorizados para la importación de carnes rojas frescas, congeladas o refrigeradas. Esta decisión, objeto de una circular, fue tomada por el gobierno para reequilibrar la balanza de la oferta, en un contexto en el que la inflación de los precios de esta materia prima impacta el poder adquisitivo.
Según la circular, se autoriza la importación de carne de ovino y caprino procedente de los países de la Unión Europea, Andorra, Albania, Serbia, Suiza, Reino Unido, Rusia, Canadá, Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda y Singapur. Estos mismos países, además de Brasil, Paraguay y Ucrania, también exportarán su carne vacuna a Marruecos.
Además, la ONSSA precisa que esta lista sigue siendo modificable, en caso de “riesgo sanitario para la salud humana o animal vinculado a la importación”. En este sentido, la Oficina insistió en la obligación de presentar una certificación sanitaria del país de origen, acompañada de un certificado de sacrificio halal “emitido por el organismo islámico autorizado”.
En el mismo sentido, los importadores están obligados a contar con almacenes homologados por el ONSSA y respetar la cadena de frío, así como las condiciones de almacenamiento y conservación.
El año pasado, el gobierno marroquí tomó una medida para fomentar la importación de ganado para sacrificio, ante un aumento previo de los precios de la carne roja.