Marruecos y Dior, la icónica casa de alta costura francesa, comparten una historia común. El reino, rico en un patrimonio de moda centenario, se ha convertido en una fuente de inspiración para la marca de lujo.
Todo empezó en Casablanca, en los años 50. En aquella época, la metrópoli marroquí vivía una auténtica revolución en la moda, con casas de alta costura locales que mezclaban tradición y modernidad.
Una casa de moda local en Casablanca, conocida como Joste, se acercó a Christian Ernest Dior. Atraído por la elegante artesanía de la moda marroquí, en particular el caftán, Dior decidió asociarse con Joste para crear una línea exclusiva para la casa francesa en Marruecos.
Según el diario Le Monde, Dior se unió a Joste en 1951 para “crear creaciones [à Casablanca] para clientes locales. “Suerte, uno de los modelos favoritos de [Dior]»Dejó algunas fotos en los archivos» en Marruecos, recuerda el periódico.
Esta prestigiosa colaboración no es una coincidencia. En los años 50, Joste se convirtió en el imprescindible de la alta costura en Marruecos. Creada en 1934 por una francesa, Joste no sólo ofreció colecciones en colaboración con Christian Dior, sino también con otros grandes nombres de la moda, entre ellos Lucien Lelong e Yves Saint Laurent, fundador de YSL.
Una colaboración que duró décadas
A través de sus creaciones, Joste desempeñó “un papel importante en la introducción de la estética de la creación francesa en Marruecos”, escribe la antropóloga de la moda Maria Angela Jansen, en su artículo “Joste – Tamy Tazi – Yves Saint Laurent: una historia de apropiación cultural, alteridad y Autodefinición” (Joste – Tamy Tazi – Yves Saint Laurent: una historia de apropiación cultural, alteridad y autodefinición).
La colaboración entre Joste y Dior dio origen a piezas icónicas, hoy consideradas vintage y vendidas online a coleccionistas de moda. Entre ellos, encontramos el vestido de lino violeta de Christian Dior Boutique Joste Maroc, un vestidito negro de muselina finamente plisada, un vestido de noche de raso rosa ricamente bordado de perlas o incluso un vestido de terciopelo de seda negro de los años 1970 y 1980. Todos llevan un auténtico etiqueta en la que se escribe “Christian Dior Joste Exclusivo en Marruecos”.
La muerte del fundador de la casa Dior en 1957 no marcó el fin de la colaboración con Joste en Casablanca. La colaboración continuó hasta finales de los años 1980.
La industria de la moda marroquí va bien gracias a la influencia que ha tenido. En la década de 1970, la modelista marroquí Tamy Tazi reemplazó a Joste. Se ha convertido en una influyente diseñadora de moda por derecho propio. Jansen señaló que Tazi “fue parte de la primera generación de diseñadores marroquíes, que modernizaron y revolucionaron la moda marroquí introduciendo la estética europea, obteniendo así un éxito notable en el extranjero”.
A través de su amistad con Yves Saint Laurent, Tazi incorporó la herencia marroquí en sus diseños, ayudando a introducir caftanes y gandouras en el escenario mundial en las décadas de 1960 y 1970, a medida que el estilo bohemio cobraba impulso. Muchas celebridades, entre ellas la primera dama de Estados Unidos Jacqueline Kennedy, la modelo filántropa holandesa Talitha Getty y la actriz francesa Catherine Deneuve, han lucido estas creaciones de inspiración marroquí.