Este gran proyecto, que debería estar finalizado en 2028, se enmarca en los preparativos de Marruecos para la Copa Mundial de Fútbol de 2030.
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La carretera continental Rabat-Casablanca, de 60 kilómetros de longitud, discurrirá paralela a la carretera existente. Conectará directamente la circunvalación de Rabat, desde el intercambiador de Tamesna, con la nueva circunvalación sur de Casablanca (Tit Mellil). Su recorrido fue diseñado para pasar cerca del aeropuerto de Benslimane y del futuro Gran Estadio de Casablanca, actualmente en construcción.
El proyecto implica la construcción de varias estructuras de ingeniería para cruzar siete wadis, incluidos los de Cherrat, Nfifikh y El Maleh. Dividida en seis tramos, esta nueva infraestructura viaria permitirá reducir los atascos que habitualmente paralizan la actual autopista y la carretera nacional, especialmente en horas punta, festivos y fines de semana.