Argelia teme un enfrentamiento con Francia y se prepara para tomar represalias. El nuevo gobierno francés, que ha demostrado su voluntad de mantener buenas relaciones con Marruecos, no es favorable a Argel. El presidente argelino “prometió a su entorno reaccionar con decisión en caso de que el nuevo gobierno francés imponga severas restricciones a la expedición de visados a los nacionales argelinos o denuncie unilateralmente el famoso acuerdo migratorio franco-argelino del 27 de diciembre de 1968”, reveló Inteligencia del Magrebañadiendo que Abdelmadjid Tebboune no aprecia las recientes posiciones y amenazas formuladas por Bruno Retailleau, nuevo ministro francés del Interior.
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En una entrevista concedida a RTLRetailleau saludó los esfuerzos realizados por Marruecos para facilitar el retorno de las personas sujetas a la «obligación de abandonar el territorio francés» (OQTF) y pretende abogar por el diálogo con este país. Por otro lado, quiere entablar una lucha de poder con Argel, que no realiza suficientes esfuerzos de cooperación en materia de autorizaciones consulares de retorno. Respecto a Argelia, «es necesario establecer un equilibrio de poder», insistió el ministro francés. Y con razón, Argel no tiene mejores resultados que Rabat en términos de autorizaciones consulares de retorno. “Para los países que van a ser recalcitrantes, está la política de visados: concedemos a Argelia 200.000 visas por 2.000 OQTF. Está desequilibrado y quiero reciprocidad”, añadió.
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La posible respuesta de Argelia será gradual y se puede resumir en varios puntos: sancionar directamente los intereses económicos franceses reduciendo gradual, pero también masivamente, las importaciones francesas a Argelia; restringir las actividades de las empresas francesas. Argelia cuenta con cerca de 450 empresas y empresarios franceses que emplean a unas 40.000 personas. Argel tiene previsto bloquear su acceso a los mercados públicos y disuadir a sus socios argelinos de mantener su colaboración. Otras posibles sanciones: atacar las cuotas de mercado de los bancos franceses, como Société Générale y BNP Paribas, así como de otras empresas francesas que quedarían excluidas del mercado argelino si el enfrentamiento con el nuevo gobierno francés se intensificara.
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Una vez que las empresas francesas estén en la lista negra, el gobierno argelino podría otorgar ventajas masivas y sin precedentes a los operadores económicos turcos para satisfacer las necesidades del mercado argelino. Argel también pretende bloquear la cooperación en materia de seguridad con Francia y reducir, o incluso congelar, los intercambios de seguridad y de inteligencia en el Sahel y Libia, para acentuar, se cree, el aislamiento geoestratégico de Francia en esta zona sensible del África. continente.