Las autoridades de Casablanca han lanzado una campaña para demoler cafés y restaurantes de la ciudad que presentan riesgo de colapso y, por tanto, una amenaza para la seguridad de los clientes y ciudadanos.
La operación se lanzó el miércoles pasado en varios distritos de la capital económica, especialmente en Borgoña. Las autoridades decidieron llevar a cabo esta gran campaña para derribar los cafés que presentan riesgo, tras el derrumbe, hace unos días, del tejado de la terraza de un restaurante de la ciudad, que dejó 11 heridos.
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El principal objetivo de esta operación es fortalecer la seguridad pública. Actualmente, las autoridades están identificando los establecimientos que suponen un peligro para sus clientes y transeúntes para proceder a su demolición.
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Las autoridades locales trabajan desde hace varias semanas para librar a la ciudad de construcciones ilegales o que amenazan con arruinarse. Esta lucha contra la ocupación del espacio público está liderada por el nuevo wali de la región de Casablanca-Settat, Mohamed Mhidia, que ha situado la liberación del espacio público en el centro de sus prioridades.