En Marruecos, los promotores inmobiliarios corruptos no dudan en poner en peligro la vida de los ciudadanos a los que venden inmuebles de todo tipo, construidos con materiales de mala calidad y en violación del Código de Urbanismo. El fenómeno está creciendo en el reino.
El recurrente desplome de edificios residenciales (viviendas económicas, de nivel medio y alto) en los últimos meses ha puesto de manifiesto la mala calidad de los materiales de construcción utilizados por estos promotores para crear estos edificios y el incumplimiento por parte de estos últimos de las normas urbanísticas, informa el diario asaba.
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Se han alzado voces para denunciar estas prácticas ilegales de los promotores inmobiliarios que ponen en peligro la vida de sus compradores. Algunas víctimas incluso han presentado denuncias ante los tribunales contra estos promotores sin escrúpulos y codiciosos que “no garantizan la seguridad de los trabajadores en la obra, no toman las precauciones necesarias y seguras durante la construcción de la obra y no respetan el vecindario. «
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Según el diario, algunos promotores “eluden las leyes vigentes al no pagar sus impuestos, no declarar a los trabajadores a la Caja Nacional de Seguridad Social (CNSS) y no contratar un seguro a todo riesgo para la construcción”. Lo peor es que inician “obras en terrenos no edificables, en antiguos canales de agua o incluso en antiguos cementerios”, continúa la misma fuente, invitando a las autoridades a garantizar el cumplimiento de las normas urbanísticas.