El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) puso fin este viernes a una larga saga jurídica al anular definitivamente los acuerdos comerciales, en particular los relativos a la pesca, celebrados entre la Unión Europea y Marruecos. Esta decisión, que surge tras un recurso del Frente Polisario, confirma una sentencia anterior del Tribunal General de la UE.
En el centro del conflicto: la falta de consentimiento del pueblo saharaui a estos acuerdos. El TJUE dictaminó que el Frente Polisario tenía efectivamente derecho a impugnar estos acuerdos. Si bien el Tribunal aclaró que este consentimiento no necesariamente tenía que ser explícito, sostuvo que no podía presumirse en el presente caso.
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De hecho, si bien los acuerdos en cuestión no imponen ninguna obligación jurídica al pueblo saharaui, tampoco les otorgan derechos específicos sobre la explotación de sus recursos naturales. Por tanto, la oposición categórica del Frente Polisario a estos acuerdos fue suficiente para poner en duda la existencia de cualquier consentimiento.
Esta decisión tiene consecuencias directas sobre las actividades pesqueras en la región. España, que poseía la mayoría de las licencias de pesca en estas zonas, se ve especialmente afectada por esta suspensión. Las flotas andaluza, gallega y canaria se ven así obligadas a revisar sus estrategias.