El tatuador habría exigido 1.200 dírhams por un tatuaje de henna, un precio exorbitante respecto al precio habitual que generalmente no supera los 50 dírhams, indica el sitio kech24.
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Alertados por la víctima, los agentes de la brigada turística detuvieron rápidamente a la “naqacha” en cuestión. Detenida bajo custodia policial en la jefatura de policía de Marrakech, admitió los hechos. La investigación está en curso y el sospechoso pronto será presentado a la fiscalía.
Denuncian en redes sociales comportamiento de tatuadores de henna
Desafortunadamente, los tatuadores de henna harán cualquier cosa para atraer a los turistas que visitan Marrakech. Mientras que algunos son a veces muy insistentes, otros no dudan en insultarse y llegar a las manos por los clientes. Comportamientos que dañan la imagen de la ciudad ocre, destino popular para turistas nacionales y extranjeros.
Muchas víctimas han denunciado estas malas prácticas en las redes sociales, describiendo Marrakech como un “lugar de fraudes y estafas”. Para algunos actores locales, el comportamiento de los tatuadores de henna hacia los turistas puede explicarse por la falta de formación de estas mujeres y la laxitud de las autoridades locales ante la situación.
