Los agentes crearon una red de venta de certificados de residencia falsos, que permitía a los no residentes en Rabat matricular sus vehículos y obtener matrículas de la capital. Una práctica ilegal que socava la integridad del sistema nacional de registro, estimó el tribunal que condenó a los cuatro agentes a 22 meses de prisión: 8 meses para uno, 6 meses para otro y 4 meses para los dos restantes.
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Esta red se ha desarrollado gracias a la fuerte demanda de un determinado segmento de la población que considera un “prestigio” matricular sus vehículos en Rabat. Los vendedores de vehículos usados de lujo también se aprovecharon de esta red de fraude para incrementar sus ventas, ofreciendo a sus clientes la oportunidad de matricular los vehículos en Rabat como si residieran en la capital.
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La red fue desmantelada tras la detención en flagrante delito de dos agentes y un intermediario, en posesión de certificados de residencia falsos, ocho tarjetas de registro y recibos de presentación de expedientes de registro. La operación es resultado de una investigación llevada a cabo por la policía judicial bajo la supervisión de la fiscalía competente, en colaboración con la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST).