En un nuevo incidente que ya no sorprende al régimen de los “generales” de Argelia, las autoridades del vecino oriental impidieron recientemente la entrada de un grupo de tenistas marroquíes que se preparaban para participar en el torneo internacional ITF J60.
La selección marroquí incluía a un grupo de destacados jugadores como Yasmine Doueib, Gita Sabbar, Ghali Koumat, Mehdi Cherkaoui y Amine Al-Jubrani, además de su entrenador, Hamid Abdel Razzaq.
Se impidió la entrada a Argelia a elementos nacionales a su llegada procedentes de París, en una nueva medida que confirma la arraigada hostilidad y el odio que el “régimen militar” siente hacia todo lo marroquí.
Las autoridades argelinas sometieron a los deportistas marroquíes a una búsqueda humillante en busca de símbolos relacionados con la integridad territorial del Reino, lo que suscitó dudas sobre el trato dado a los deportistas en tales ocasiones.
Los atletas marroquíes vivieron una noche difícil en el hall del aeropuerto, donde las condiciones de espera fueron duras e inhumanas, antes de verse obligados a regresar a París y luego a Casablanca.
A pesar de las intervenciones de la Federación Argelina de Tenis y de la correspondencia del Consulado de Argelia en Rabat, prevaleció la intransigencia contra las autoridades gobernantes en Argelia. Esta medida recuerda lo que le ocurrió a la selección marroquí de jugadores locales que iba a participar en el Campeonato Africano, así como a un grupo de periodistas deportivos a los que se les impidió cubrir los Juegos del Mediterráneo en Orán.
La decisión de las autoridades argelinas coincidió con el anuncio de Argelia de imponer un visado para entrar en su territorio a los extranjeros titulares de pasaporte marroquí.