En un momento en que el Presidente argelino presidía una pequeña reunión del Consejo Supremo de Seguridad de Argelia para deliberar sobre las decisiones más útiles y las sanciones más duras que deben adoptarse contra Marruecos tras el fracaso del embargo terrestre, aéreo y de gas impuesto hace años a para subyugar y someter al Reino, la infección por malaria se estaba expandiendo desde hacía más de una semana en el sur de Argelia, y decenas de personas resultan heridas cada día bajo un severo asedio mediático por parte de los medios estatales y un apagón deliberado de los periódicos del régimen. ..
Solos, las imágenes y los roncos gritos de socorro de Tammerasset, Bordj Badji Mokhtar, Tin Zouatin y Timaouine, en el sur de Argelia, exponen la tragedia sanitaria que está matando a civiles indefensos, cuyas imágenes difunden las redes sociales, se extienden por las calles y en las entradas de las casas abandonadas. centros de salud, destacando el horror de la situación epidemiológica en sus zonas.
Las autoridades argelinas, presionadas por los hechos, declararon el pasado sábado amplias zonas del extremo sudeste como focos epidémicos debido a la aparición de malaria y difteria entre la población. Mientras que el Ministerio de Salud argumentó en un comunicado desafiando la realidad de que la infección se había infiltrado en Argelia desde los países vecinos y que todos los casos de infección se registraron entre expatriados que ingresaron ilegalmente al país desde los países vecinos, mientras que fuentes médicas locales atribuyeron el brote de la epidemia a los daños causados a la red de distribución de agua potable en los últimos días, tras las inundaciones y lluvias tormentosas que azotaron la región.
Cifras opositoras al régimen calificaron la situación epidemiológica de muy preocupante y hablaron de decenas de muertos y centenares de infectados, un porcentaje importante de los cuales no fueron atendidos por los equipos sanitarios.