El presidente francés, Emmanuel Macron, realizará una visita de Estado a Marruecos a finales de octubre, anunció el viernes el Elíseo. Esta visita marca un punto de inflexión en las relaciones franco-marroquíes, tensas en los últimos años.
Invitado por el rey Mohammed VI, Emmanuel Macron debería aprovechar este viaje para dar un nuevo impulso a la cooperación bilateral en numerosos ámbitos estratégicos. Los dos países desean así pasar página sobre las recientes tensiones, particularmente relacionadas con la cuestión del Sáhara.
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El pasado mes de julio, Francia dio su apoyo al plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, considerándolo como la única base capaz de resolver el conflicto con el Frente Polisario. Esta posición, sin embargo, provocó el descontento de Argelia, que llamó a consultas a su embajador en París, enfriando así las ya complejas relaciones entre los dos países.
La visita de Macron a Rabat se produce en un contexto de mejora de las relaciones entre los dos países. Se produce después de un período marcado por fricciones diplomáticas, particularmente relacionadas con la política migratoria y los asuntos de espionaje.