Esta decisión fue meditada cuidadosamente por el jugador del LOSC (Lille), que prefirió los colores de Marruecos a los de Noruega, su país de nacimiento.
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A pesar de las múltiples peticiones de la selección nórdica, Sahraoui finalmente se decantó por el país de su padre. «Ha sido una decisión difícil, mi corazón está dividido entre Noruega y Marruecos», afirmó en un comunicado de prensa, expresando su gratitud a Noruega, que le acogió y le formó en el fútbol.
Después de largas conversaciones con su entorno, el jugador finalmente se decidió por Marruecos, una decisión que hizo las delicias de la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF).