Mientras algunos celebran la originalidad de esta idea, otros la consideran inapropiada. ¿El principio? Un evento de pago (¡250 dirhams la entrada!) donde se celebraría la ruptura con música. Una fórmula que tiene la apariencia de una nueva estrategia de marketing, y algunos la ven como una explotación cínica de una situación personal para generar expectación.
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Para justificarse, el artista dice que se basa en una costumbre marroquí: “En el desierto de Marruecos celebramos tanto los matrimonios como los divorcios”, publicó en Instagram. El concepto de Mister Crazy va mucho más allá y forma parte de una tendencia más amplia observada en varios países árabes.
Sin embargo, esta tendencia está lejos de ser unánime. Para muchos observadores, celebrar un divorcio no está en sintonía con las tradiciones y valores familiares de las sociedades árabes. “Mostrar alegría con motivo de una separación es trivializar un acontecimiento doloroso”, creen algunos expertos.
Otros matizan este punto de vista. Para ellos, este tipo de iniciativa también puede expresar una forma de alivio o de victoria después de una prueba difícil. Dado que el divorcio a menudo se vive como un fracaso personal, celebrarlo puede verse como una forma de pasar página y tomar control de su vida.