Procedentes del mundo del jazz, la música africana o el rock, los miembros de Urban Folklore demuestran que, por muy diversos que sean, ritmos de los cuatro rincones del mundo pueden unirse en una partitura original y única. Con sede en Rabat, el grupo marroquí se creó en 2019 y ofrece rearreglos de estándares de jazz. En los escenarios locales ya ha pensado en mezclar estas piezas con influencias latinas, africanas y árabes. Después de varios conciertos, años de experimentación musical, escritura, composición, pero también viajes, el grupo se define ahora en el registro del etno-jazz. Gracias a su enfoque de investigación, pudo distinguirse por un toque personal y artístico muy noble.
De hecho, el etno-jazz del folclore urbano está brillantemente moldeado, de modo que cada influencia resalta a la otra, sin competir entre sí. Auditivamente, las transiciones muestran hasta qué punto el grupo logra combinar saxofón clásico, kora maliense, bajo, percusión, teclado y guitarra. Concebido en particular a partir de canciones propias del grupo, interpretadas anteriormente en los escenarios de Tanjazz y Visa for Music, se está preparando un primer álbum. Promete un viaje sonoro y musical que es, cuanto menos, inspirador.
Precisamente, el último escenario del Folklore Urbano fue el de la 22ª edición del festival Tanjazz, celebrada del 19 al 22 de septiembre de 2024 en Tánger. En esta ocasión, el bajista Khalil Bensouda confirmó a Yabiladi que su grupo estaba preparando “un primer álbum que debería ser lanzado durante el próximo año”. “Estamos trabajando en ello. Grabamos todos los temas en el estudio Hiba, el más grande de África. De momento estamos en fase de mezcla para llegar a la versión adecuada y finalmente poder mostrársela a nuestro público”, nos dijo el músico poco antes de su concierto.
Soporte para la creación original.
Este álbum es resultado de un proceso creativo, pero también del apoyo de mecenas y una destacada participación en la edición 2021 de Visa For Music, donde se reprodujo una versión inicial de los títulos. El apoyo de la Fundación Hiba habrá sido de gran importancia para un grupo emergente ante el desafío de la situación actual de la industria musical.
“Tuvimos la suerte de contar con el apoyo de varias personas y de varias instituciones, entre ellas Hiba y L’boulevard, con quienes se grabó otra parte de estas piezas en una sesión en vivo. [Replug, ndlr]. También recibimos ayuda durante el período de la crisis sanitaria. Pudimos acceder a espacios de ensayo. Sin haber estado bien rodeados y apoyados, nunca hubiéramos podido llegar a este punto hoy”, nos dice Khalil Bensouda.
En un ecosistema artístico donde el mainstream aún concede poco espacio y visibilidad a la experimentación de las músicas étnicas, en interacción con estilos más convencionales, Khalil Bensouda insiste también en la elección asumida y el proyecto que lleva a cabo el Folklore Urbano, con vocación de descompartimentalizar los estilos musicales. ponerlos al servicio de la expresión artística.
“No me pregunto si hoy en día la gente escucha más rap que jazz, o electro más que música africana. En mi forma de hacer las cosas, no intento imaginar qué le gustaría escuchar al público o qué reuniría a un número mayor. No podré crear de esa manera”, nos dice el bajista.
Ph.Tanjazz
“En mi opinión, la música debería ser la expresión más pura de un sentimiento. Creo que sólo así puede razonar con el público, ya sea jazz, rap o música electrónica. En definitiva, estas son sólo definiciones. La verdadera riqueza está en la emoción que logramos transmitir a través de nuestra música, fruto de nuestro propio recorrido artístico”.
Khalil Bensouda
Reapropiación de los instrumentos musicales africanos en el jazz
En el desarrollo artístico del Folklore Urbano nada se deja al azar. Instrumento con un fuerte simbolismo cultural e incluso espiritual en las regiones de África occidental, la kora ha encontrado su lugar en las composiciones del grupo. Tradicionalmente dominada por un griot, el aprendizaje y el saber hacer de la kora se transmiten principalmente de padres a hijos. En la escena contemporánea mundial, la artista británico-gambiana Sona Jobarteh es la primera cantante y músico en tocar la kora.
Generalmente compuesta por 21 cuerdas, la kora también puede tener de 22 a 26 cuerdas.
Dentro del Urban Folk, Mourad Belouadi maneja este instrumento ancestral, que generalmente tiene 21 cuerdas. Khalil Bensouda nos lo explica:
“Tuvimos la oportunidad de conocer a este extraordinario músico, Mourad Belouadi, que toca varios instrumentos africanos, incluida la kora. Como parte de sus numerosos viajes, de los que es un gran aficionado, acudió a Mali para conocer a los artesanos que elaboran su propia kora para tocar. De allí trajo los suyos, pero también sus djeli n'goni. [dit «luth de griot», ndlr]. Se inició en la música muy joven, de forma autodidacta, y su curiosidad por descubrir le empujó a hacer suyos sus instrumentos, en lugar de intentar copiar lo que ya se hacía con ellos. Capta un sonido e intenta expresarse a través de él, a su manera”.
Khalil Bensouda
En el escenario, el éxito es innegable. Al igual que Tanjazz, cada concierto de Folklore Urbano se convierte en una inmersión en el universo del grupo, en el cruce de la música y la elevación de los sentidos. En la ciudad del estrecho, Khalil Bensouda dice estar “feliz de estar allí y de tener oídos para escucharnos”. “Pertenecemos cuando la gente está ahí para escucharnos. Tánger tiene una onda especial y allí se reúne mucha gente”, nos cuenta. Para él, “esto es lo que aporta gran riqueza a la ciudad y por eso es tan famoso su festival de jazz”.
Miembros actuales de Folklore Urbano
Salim Akki (batería/voz/FX)
Mourad Belouadi (percusión, kora, flauta…)
Hakim Belayachi (guitarra)
Yassine Lambarki (saxofón/teclado)
Khalil Bensouda (bajo)